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« Respuesta #79 : 22 de Mayo 2008, 10:40:11 » |
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Los Lakers resucitan a tiempo y salvan el factor cancha
Increible partido para abrir la final de la Conferencia Oeste. San Antonio llegó a mandar por 20 puntos en el tercer cuarto pero terminó superado por la intensidad defensiva de los Lakers en el último cuarto, y por la aparición de un Kobe Bryant al que Bowen y Udoka habían aburrido en el primer tiempo. Al final, victoria sufrida y épica y 1-0 para los Lakers.
Lakers 89 - Spurs 85
Increible partido para abrir la final de la Conferencia Oeste. San Antonio llegó a mandar por 20 puntos en el tercer cuarto pero terminó superado por la intensidad defensiva de los Lakers en el último cuarto, y por la aparición de un Kobe Bryant al que Bowen y Udoka habían aburrido en el primer tiempo. Al final, victoria sufrida y épica y 1-0 para los Lakers. Juanma Rubio | 22/05/2008
Se esperaban emociones fuertes en la final de la Conferencia Oeste, y el primer partido las tuvo a manos llenas. Los Lakers sumaron un triunfo increible (89-85). Increíble no porque consiguieron la victoria en un partido de pocos puntos, especialidad certificada de los Spurs, sino porque resucitaron a base de sangre, sudor y Kobe desde un 45-65 en el ecuador del tercer cuarto. Algo inaudito ante el campeón, que quizá acusó el cansancio apenas 48 horas despuésde haber sometido a los Hornets y tras un viaje New Orleans - L.A. en el que sufrieron un retraso de diez horas y se vieron obligados a dormir en el avión.
Sin embargo, durante más de dos cuartos, la sensación era que los tejanos son -como muchos temen- una máquina decompetir tan infernal como inhumana. La trituradora de Popovich salió a pasear y sembró el terror en el Staples, que vivió después una catarsis que puede significar mucho en el plano anímico y que de hecho lo supone en el material: 1-0 en la serie y la ventaja de campo todavía para los Lakers, a los que una derrota hubiera dejado, además de con los nervios hechos papilla, con la necesidad de sumar en San Antonio. Pero los Lakers ganaron un partido en el que se pusieron por delante en el marcador por primera vez a falta de menos de tres minutos para el final. Popovich rumiará con dificultad una derrota a la que es difícil encontrar explicación. O quizá no lo sea tanto.
San Antonio destila aroma de campeón durante más de dos cuartos
La presentación de los Spurs fue imperial. Mandando desde el inicio con Parker hiperactivo bailando entre la defensa rival y sacando de foco a Fisher, y Duncan aportando de forma constante desde el poste. Antes del 24-27 con el que se cerró el primer cuarto, los locales ya habían apagado el primer fuego: 18-27.
En ese primer cuarto, Radmanovic y Gasol habían sumado 19 puntos (10 y 9 respectivamente) y mantenían vivos a su equipo, que fue poco a poco perdiendo el paso en el segundo cuarto hasta el 43-51 del descanso. Duncan, sin dobles marcajes, campaba a sus anchas (16 puntos y 9 rebotes) ante un Gasol por momentos impotente en defensa, y Parker seguía cubriendo (12 puntos, 5 asistencias) la incomparecencia de Ginobili (5 puntos). Pero la clave estaba en la defensa sobre Kobe de Bowen, con relevos de Udoka, que dejó al MVP de la temporada regular con 2 puntos y sólo tres tiros en todo el primer tiempo. Las estadísticas de Odom (4 puntos, 2/8) y Fisher (0 puntos) terminaban de dibujar los nubarrones que sobrevolaban un Staples contagiado por el aturdimiento de su equipo.
Lejos de ofrecer buenas noticias, el tercer cuarto arrancó con los Lakers noqueados, incapaces en ataque y en defensa. Un parcial de 2-14 cerca del minuto 6 parecía cerrar la historia, y, también en cierta medida, el sueño del anillo (45-65).
Kobe resucita y lidera una remontada épica
Lo que hicieron los Lakers a partir de ese momento fue épico, descomunal si se atiende al rival que había enfrente. Para el recuerdo, especialmente si los angelinos sortean las trampas salvajes del defensor del título y se plantan en la final. En ello quizá tuvo que ver el cansancio de los Spurs, pero sobre todo la vuelta de Kobe Bryant. Popovich debió percibir que algo cambiaba en el Staples porque paró el partido tras apenas dos latigazos de Bryant y Pau Gasol (49-65). No sirvió para nada, entre otras cosas porque el técnico de los Spurs mantuvo a los perros de presa, Bowen y Udoka, demasiados minutos en el banco cuando Bryant comenzó a ser Bryant. Un error incomprensible, porque a la avalancha de puntos de Kobe se unió Gasol, casi siempre asistido por el propio Bryant, y los Lakers colocaron un increíble parcial de 14-0 que revivía totalmente el partido (59-65). Bryant anotó 11 puntos en ese tercer cuarto y 25 en el segundo tiempo para terminar con 27 puntos y 9 asistencias. Además, de su mano volvió a creer el público y volvió a creer su equipo.
Con una intensidad defensiva brutal, los Lakers colapsaron el ataque de los Spurs, que no encontraban sus habituales pases extra y que perdieron a Duncan, su única respuesta en el segundo tiempo, cuando Phil Jackson se dedició a lanzar defensas de dos contra uno sobre él. Entonces el de las Islas Vírgenes sufrió y Gasol recuperó peso en defensa después de su sufrimiento en los tres primeros cuartos. Aún así, Duncan terminó con 30 puntos, 18 rebotes y 4 tapones. Colosal, no encontró apoyo ni en Parker (6 puntos en el segundo tiempo para sus 18+10 rebotes+6 asistencias finales) ni en Ginobili (10 puntos, 3/13 en tiros).
Como el barco que se hunde, los Spurs resistieron en el último cuarto, zozobrando en la superficie antes de la debacle final, y mantiendo cortas ventajas durante algunos minutos, hasta un 75-81 tras triple de Bowen (12 puntos). La siguiente anotación de los tejanos llegó más de 6 minutos después, con tiros libres de Ginobili y con la remontada ya consumada (85-81) a base de genialidades de Kobe y apariciones incluso de los nada inspirados Odom (8 puntos, 8 rebotes) y Fisher (4 puntos). Los Spurs tiraron por tierra sus estadísticas de tiro, y se desesperaron hasta acabar con 5/20 en triples. Los Lakers, mientras, defendían con corazón empujados, ya sí, por la grada.
La última bocanada de aire visitante llegó con el 85-85, después de que Bryant palmeara en su propio aro intentando evitar el rebote en ataque de Duncan. Nada que temer: Kobe cogió el siguiente balón y no lo soltó hasta convertirlo en el 87-85. Quedaban 20 segundos, tiempo para que Ginobili fallara el triple decisivo y Vujacic (10 puntos, 5 rebotes) cerrara, desde la línea de tiros libres, una victoria increíble y fundamental para los Lakers, que contaron con un Pau Gasol que arregló en el último cuarto parte de sus problemas defensivos en el resto del partido, y que brilló en ataque en el primer cuarto y en la remontada del tercero, para terminar con 19 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones.
Pueden felicitarse los Lakers porque pocos equipos pueden voltear una situación tan crítica ante los Spurs. Y casi ninguno puede hacerlo en una final de Conferencia. También vale pensar que los tejanos han dejado perfectamente claro que pueden ganar en el Staples y que la bastante dura eliminatoria ante Utah fue un agradable paseo primaveral comparado con lo que se avecina en esta serie. Pero esto son los playoffs y lo que cuenta es ganar. Del mismo modo que los Spurs pueden recuperar energías o que Manu Ginobili sin duda recuperará su nivel, se puede argumentar que pocas veces jugarán los Lakers con una aportación tan baja de Odom y Fisher y con 2 puntos de Kobe en 24 minutos, por mucho que Bowen siga exhibiendo sus a veces feas pero siempre excelentes dotes defensivas.
El hecho es que los Lakers mandan 1-0 y que han salvado el pellejo cuando en el Staples ya apestaba a puro azufre del infierno tejano. Y eso tiene un valor incalculable. Y los propios Spurs lo saben, porque salvaron también milagrosamente su primer partido ante Phoenix para acabar avasallando a los de Arizona. El viernes, y eso es lo único seguro, segundo capítulo para una historia sencillamente irresistible
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