Montilla desafía al Gobierno y hará el trasvase del Segre sin autorizaciónMARÍA JESÚS CAÑIZARES. BARCELONA.
Con o sin autorización del Gobierno de la Nación, el Ejecutivo catalán está dispuesto a empezar las obras del trasvase del Segre. Esta es la respuesta del presidente José Montilla a la negativa del PSOE, confirmada por la ministra de Medio Ambiente, a cualquier trasvase del Ebro.
Pese a insistir en que utilizar agua del Segre es el último recurso, después de otras medidas como la desalinización, el transporte de agua en barcos y el aprovechamiento de antiguos pozos y acuíferos, la Generalitat no renuncia a seguir adelante con un proyecto que debería comenzar a ejecutarse a mediados de abril para estar listo en otoño, que es la estación en la que podrían haber restricciones de agua en el área metropolitana de Barcelona si persiste la actual «emergencia nacional» que provoca la sequía. El Gobierno catalán está dispuesto a obviar el decreto ley necesario para autorizar esas obras, que tendrán un coste de 20 millones de euros, e incluso arriesgarse a que, a la larga, el PSOE decida revocar los trabajos. Una posibilidad que, por ahora, la Generalitat se resiste a creer, ya que no concibe que el PSOE consienta en dejar sin agua de boca a los ciudadanos de Barcelona.
El proyecto del Segre ha hecho aflorar las contradicciones internas de un tripartito donde ICV, que creció electoralmente gracias a sus campañas antitrasvase, ha mantenido oculto durante meses su proyecto de captar agua del citado afluente del Ebro. Mientras, ERC hace oposición desde dentro del Gobierno cuestionando una iniciativa que provoca indignación en las tierras leridanas. Precisamente ayer, los poderes locales hicieron pública la Declaración del Segre, en la que instan al consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar (ICV), a reconducir la situación y le reprochan el «despropósito» de su gestión.
Las tierras del Ebro se sublevanLa Plataforma en Defensa del Ebro, otrora cómplice de la izquierda, se ha declarado en «confrontación» con el Gobierno de Montilla por su gestión de la sequía. Respecto al secretismo que rodeaban los planes del Gobierno catalán, que según Baltasar eran conocidos por la ministra Cristina Narbona desde el pasado mes de noviembre, fuentes socialistas han reconocido que se pospuso la publicidad del proyecto por motivos electorales e insisten en que es ICV el que debe resolver sus problema con su militancia.
A pesar de los desencuentros del tripartito y que el presidente Montilla quiso zanjar en un reciente almuerzo con miembros de su Ejecutivo, la versión oficial es que «el Gobierno catalán está totalmente unido en el conjunto de medidas planteadas» por el consejero Baltasar, según manifestó ayer el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, quien, visiblemente tenso por la polémica, aseguró que la Generalitat no piensa provocar ningún conflicto con el Gobierno español.
Respecto al proyecto de trasvase del Ródano que defiende CiU, Nadal dijo que el Ejecutivo es receptivo a todo tipo de sugerencias, pero ahora son necesarias soluciones inmediatas, mientras que el trasvase del río francés tardaría en construirse unos quince años.
Montilla, por su parte, ha suspendido un viaje oficial a Alemania para afrontar el problema de la sequía.
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¿Hay quien lo entienda? ¿Desafía al Gobierno? ¿A cual, al mismo que el y sus socios obligaron a renunciar a los travases?
Justicia pero no por mi casa
