Indudablemente hay un grave problema de falta de previsión a la hora de desarrollar el urbanismo, pero no se puede achacar todos los problemas al consumo de agua, porque si es cierto que en muchos casos puede resultar excesivo su consumo en servicios aparentemente superfluos, ¿como podemos combinar desarrollo con restricción?
Es cierto que el agua es un bien escaso y que hay que administrarla, pero sin olvidar que es un bien común, no como algunos que creen que es de propiedad privada. Hay que hacer una planificación seria, ordenada y equitativa desde el Estado; no dejándolo en manos de las autonomías cuyos vaivenes políticos distorsionan la realidad y fomentan el enfrentamiento.
Ahí es donde todos ponen el baremos según donde más les conviene y es que en qué punto hay que primar más el desarrollo urbanístico o la sostenibilidad hidrográfica???
Las cifras de consumo por campo de golf son impresionantes y si además le sumamos todos los que están previsto construir, donde se van a construir, el número de aficionados que juegan al Golf y sobre todo y por encima de todo el estado de las reservas del agua en todo el país aquí hay algo que no funciona...
Un saludo.