Pero vamos a ver...
¿Desde cuándo se considera que el matrimonio es una institución que equivale a la defensa de la libertad sexual? Siempre pensé que era todo lo contrario, y ahora parece que es la máxima representación de la libertad.
¿Quién dice que el estar en contra de la institución del matrimonio homosexual suponga estar en contra de la libertad sexual de nadie? A eso, en Castilla, se le llama "mezclar churras con merinas".
Me parece a mí que no todos los “ultraideológicos” son de derechas.
Hale, podéis comenzar a quitarme karmas por discrepar del “pensamiento único” foril.
Vive la liberté!
