Ahora no puedo escribir de amor, aunque te quiera mucho, muchísimo, porque se me ha colado dolor en el alma.
Han sido detalles tontos, pero me han hecho daño, y necesito sacarlos.
El otro día volví a casa en un tren diferente, fui a una estación diferente, y, claro había gente diferente. Entre todos ellos había un matrimonio de la edad de mis padres, con aspecto humilde, no indigente, pero si pobre. Iban juntos, mirando las monedas de céntimo que tenían en la mano. Llevaban la necesidad en la cara, en los ojos.
Doscientos metros más allá había un chavalito, joven, rubio, guapísimo. Apoyado en sus dos muletas, llevaba una visera en la boca en la que iba recogiendo las monedas que le echaban.
Sus ojos, sus ojos eran directos, fuertes, impotentes.
Y los mios lloraban, porque no sé que vuelta del destino les obligó a acabar así. No sé que puede pasar en la vida, para tener que dejarlo todo, y acabar en dios sabe dónde, pidiendo a desconocidos, que te tratan como si no existieses.
No sé que vueltas me esperan en la vida. No sé si puedo acabar así, pero ahora soy mucho más consciente de mis privilegios, de mi suerte, de lo afortunada que soy.
Ayer Londres. Esas calles que nos han visto besarnos, correrlas, fotografiarlas, y ser nuestro viaje fetiche, nuestra ciudad, …fueron atacadas, ensangrentadas, llenadas de dolor, gritos, sangre y desesperación. Dios mio, no estabas allí, pero sentí que algo de ti corría peligro, que la seguridad con la que piso la vida temblaba. Que te perdía, dios mio, te perdía.
Y luego, nuestro hijo. Ese que empezaba a colarse en nuestra vida de feliz pareja, que iba a venir de un país lejano, para darle amor, cariño y una vida segura, feliz llena de amor.. ya no va a venir. Para poder adoptarle, necesitamos más dinero del que podemos tener. Somos afortunados, pero no tanto. Para poder amar, hay que poder pagar, y no podemos.
Ahora más que nunca necesito tu amor, y tus abrazos, para saber que la vida sigue mereciendo la pena. Necesito ver en tus ojos la seguridad de que no pasará nada, de que las cosas seguirán en su sitio, los problemas se arreglarán….. sentirme una chica pidiendo un mundo perfecto. Donde no pase nada, y si pasa sea bueno. Donde nada empañe el calor de tu abrazo, la energía de tu risa, la vida de tu mirada.
Cuando el sueño se acabe, sé que estarás ahí, para acompañarme en el camino, pase lo que pase. Pasaremos esto juntos, y lo que venga, también. Si la vida se tuerce y acabamos como otros millones de desesperados, siempre tendré tu amor. Y esa seguridad vale una vida.
Solo te escribo esto con un objetivo, que sepas, que pase lo que pase en tu vida, siempre estaré a tu lado. Me das fuerzas para superar lo que pase, lo que venga.
Juntos, podremos con esto, y con mucho más.
Te respondo a mi peculiar manera, musito bat...
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