Dicktracy
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CARPE DIEM
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« Respuesta #38 : 18 de Enero 2007, 21:01:51 » |
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RALLY LISBOA-DAKAR
Víctor Rivera: "Lo preveía todo menos un accidente"
Una terrible caída sucedida el martes obligó a abandonar al piloto caspolino. Ayer llegó a Barcelona donde se sometió a varias pruebas médicas: la fisura en la vértebra C7 le tendrá inmovilizado tres meses. Descansa en la clínica Quirón
ZARAGOZA.- Los cerca de tres meses que va a tener que permanecer inmovilizado no desaniman a Víctor Rivera: "El reposo será para seguir dándole vueltas a la moto, cuanto antes me recupere, antes podremos ponerla a punto y a entrenar. Ganas y ánimos no me faltan". Veinticuatro horas después de sufrir un terrible accidente en Néma (Mauritania) que le apartó de su sueño de culminar por tercera vez el Dakar, el piloto caspolino reposaba ayer su dolorido cuerpo en una camilla del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. Arropado por sus padres, Ángel y Teresa, y su hermana Sara, el deportista vivía su segunda aventura: el traslado a un centro médico de Zaragoza.
El corredor del equipo Tot Curses llegó ayer a la Ciudad Condal a las 9.30 de la mañana después de un rápido desplazamiento el martes (a las seis de la tarde partía de Néma a Dakar, donde tomaba un vuelo a las once de la noche hasta París). En ambulancia le llevaron al Vall d'Hebron, donde se sometió a un reconociento médico y se le practicó un escáner. Las primeras noticias que se recibieron a través de un amigo de la familia, Álvaro Villa, eran que Rivera había sufrido una rotura de la séptima vértebra cervical. La preocupación inicial se tornó en "alivio" al conocer los resultados. "Al principio no sabíamos si era un hundimiento de la vértebra, una rotura o una fisura. Al final es lo último, no le ha afectado a la médula, tiene movilidad en las piernas y en el resto del cuerpo. Ahora le toca descansar durante un buen periodo de tiempo", explicaba Ángel Rivera.
En principio, Víctor tenía que haberse quedado en el hospital Vall d'Hebron o conducido a la clínica Dexeus. "Pero no había camas", recalcaba el padre, que destacaba que "la atención de los organizadores del Dakar ha sido muy buena". Entonces se buscó la posibilidad de traerlo a la capital aragonesa. Gracias a las buenas relaciones entre la Federación Aragonesa de Motociclismo, la Catalana y la Española, se pudo movilizar una ambulancia que tenía previsto llegar la pasada media noche a la clínica Quirón, donde quedó ingresado el bravo piloto de Caspe.
"Quiero salir, quiero seguir"
Después de la exhibición del aragonés en la novena etapa (Tichit-Néma), donde sus dotes de buen navegante la auparon a la 31ª posición de la etapa y de la genera de motos, el destino le daba un duro revés. "Venía preparado para todo menos para un accidente. Como ya he tenido la suerte de poder llegar al Lago Rosa no siento pena, aunque sí que me duele por el equipo, mis compañeros, la gente que había depositado su confianza en mí, mi familia…, por eso continué hasta acabar la etapa. ¡Cómo me voy a ir a casa con toda la ilusión que tenía todo el mundo!", señalaba ayer Víctor.
No habían transcurrido más que 30 kilómetros de la especial de la décima etapa (un bucle con inicio y final en Néma), cuando el cuerpo del caspolino se fue al suelo. Así relataba ayer el piloto ese momento: "Todo fue muy rápido. No fue en una zona peligrosa. La moto iba llena de gasolina y es muy difícil de controlarla porque pesa mucho. En una curva se me fue la rueda de atrás, me dio un latigazo y salí volando. No perdí el conocimiento. Me di un golpe en la cabeza y en el hombro también. Estuve un buen rato en el suelo fastidiado. Los pilotos que venían por detrás pulsaron el botón de emergencia y apareció un coche médico. Me quitaron la ropa, me miraron entero. Yo sólo repetía: "Quiero salir, quiero seguir". Y continué…, pero agonizando. Pedí calmantes a los médicos que van en el helicóptero de control. Y llegué. Cinco horas más tarde. Después me llevaron al hospital; vieron que tenía la vértebra mal y me dijeron que no se me ocurriera moverme. También me comentaron que había tenido mucha suerte porque no había tocado la médula, si no podría haberme quedado en una silla de ruedas".
La cuarta experiencia de Rivera en el raid más duro del mundo marchaba bien. Las máximas dificultades se iban acabando y el de Caspe las superaba manteniendo una gran regularidad. Incluso su máquina, la TC Rieju 450, seguía indemne a los grandes problemas mecánicos de casi todos los participantes. "El Dakar no iba mal. Al principio teníamos nuestras dudas sobre cómo iba a responder la moto. Sin embargo, estábamos muy contentos todos de cómo iba. ¡Ni mirábamos a las clasificaciones! Estaba deseando acabar para celebrarlo, y volver a España para seguir trabajando con la máquina y ponerla a punto. Pero..., habrá que esperar", se lamentaba Víctor Rivera, que ya piensa en el diseño de su nueva Rieju: "El motor va bien, está acertado, pero la carrocería habrá que cambiarla, hay que volver al modelo de Egipto".
La hermana de Víctor, Sara, captó esta imagen de su hermano en el hospital Valle Hebrón con el móvil
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