Para no perder las sanas costumbres, aquí hay un artículo, crítico por supuesto, con Zapatero
http://www.cotizalia.com/cache/2008/04/14/45_gobierno_provocacion.htmlEl gobierno designado por José Luis Rodriguez Zapatero es una provocación, un desafío que va más allá del continuismo que le ha atribuido el líder de la oposición. La primera en la frente para aquellos que habían hecho suyo el discurso del debate de investidura donde se aventuraba una nueva forma de hacer política de acuerdo con los retos que afronta España. Un ejecutivo donde la ambición de los fines que persigue contrasta con la mediocridad de los medios elegidos para alcanzarlos, con carnet o sin él. En el que se deposita la solución de los conflictos que puedan sobrevenir a lo largo de la legislatura en acreditados especialistas en originarlos. Y que confiere nuevas y reforzadas atribuciones en quienes han demostrado actuar más desde el rencor que el pasado produce, un veneno que se toma uno esperando que muera el otro, que desde la esperanza que suscita el futuro. Más allá de gestos paritarios y de récords juveniles para el recuerdo, el colectivo ministerial pergeñado por ZP es, para quien esto escribe, una absoluta decepción, un jarro de agua fría que, a lo peor, sólo se puede entender desde quien, aventurando tiempos peores en el futuro inmediato, el deterioro apremia, se guarda la carta de una crisis de gobierno de cara a la galería más antes que después. Porque sólo con inteligencia política se ganan una elecciones en las circunstancias en las que las ha ganado el PSOE. A ver si toman nota por otros lares.
Vayamos a la materia que es objeto de esta columna. La estructura económica del gobierno continúa siendo una bicefalia entre la vicepresidencia del gobierno y la oficina económica de presidencia con una diferencia: a la segunda ya no se accede por la puerta de servicio, sino que la reforma ministerial le ha dado rango de ministerio oficial o, más bien, de superministerio si añadimos las competencias de vivienda e innovación. Nadie le ha explicado al presidente la teórica de que casa con dos puertas mala es de guardar, ni él mismo parece haber escarmentado de la experiencia de la legislatura anterior. Para Zapatero es tanto o más importante la capacidad de influencia sobre el tejido empresarial a través de un hombre de su total confianza como Miguel Sebastián que la ortodoxia financiera que pueda aportar un personaje en declive como Solbes, el gran damnificado de este gabinete. Si había roce cuando la inercia económica española nos llevaba a la ilusoria ensoñación de que poco nos faltaba para corear el we are the champions de la macro mundial, imagínense lo que puede ocurrir a partir de ahora. Abrir de partida un conflicto de este calado con la que se avecina es, cuando menos, temerario, y pone a las claras que uno de los principales objetivos de los próximos cuatro años es ampliar el círculo de influencia pública sobre la iniciativa privada que es la que, a largo plazo, puede sacar a España del galimatías económico en que se encuentra.
Decía al inicio de estas líneas que el nuevo gobierno es una provocación y prueba de ello es la renovación de la confianza de ZP en algunos ministros que no sólo no han acreditado competencia suficiente para el desempeño de sus cargos, sino que, además, han concitado gran parte del rechazo de la ciudadanía con motivo de sus actuaciones. La tiza que el presidente ha dado a Mariano Fernández Bermejo, pijo que no coño, gran aportación panocha al lenguaje, amenaza con llenar de graffiti todas las instancias de la justicia española, un poder que ya ha tomado nota de la “capacidad negociadora” de un ministro que no ha podido tener un discurso más politizado en los pocos meses que lleva en el cargo. Sorprende igualmente la continuidad del amigo de Arafat al frente de Exteriores, siendo como parece ser, la política exterior uno de los renovados ejes de la política de Zapatero. Y sorprende porque Moratinos, cuyo principal mérito es ser capaz de leer un texto en su lengua africana original cual si de Papa en visita oficial se tratara, ha sido el verdadero artífice, no se le puede negar tan singular mérito, de dejar la diplomacia española como un erial. Si no cambia la interlocución, difícil será que se modifique la visión del interlocutor, digo yo. Hagamos, no obstante, acto de fe. Por último, y más allá del Ministro de Sanidad, con un currículum más falso que Luis Roldán, está la cuestión Maleni, cóctel a partes iguales de prepotencia e incompetencia en quien se confía la revitalización del país por la vía del incremento de las infraestructuras públicas. Que servidor no sabe lo que debe el PSOE a esta mujer que sonaba para suceder a Chaves en la Junta de Andalucía. Si estas tres designaciones no son una provocación a la oposición y a la parte de la ciudadanía que ha cuestionado sus actuaciones, que venga dios y lo vea.
Por lo demás, y ya acabo, tres reflexiones finales. Me encanta que las competencias de educación alcancen también la política social ya que visto como va la primera, probablemente tengamos que resolver el fracaso escolar y el aumento del paro juvenil no cualificado con la segunda. Se trata de cubrir, bajo un mismo paraguas, lo que prometen ser las dos caras de una misma realidad, como ocurre con trabajo e inmigración. El tema de defensa entra dentro del campo de no querías sopa pues toma dos tazas que ha caracterizado la configuración de este gobierno. Aunque cada vez más la actuación de nuestras Fuerzas Armadas tiene carácter supranacional, no deja de ser una paradoja que se sitúe al frente, políticamente hablando, de las mismas a quien las entiende en términos de solidaridad y no como pieza básica de la estabilidad de España. Ojalá no quede reducida a una OSG (frente a las ONGs) con cargo a los presupuestos del estado. Por último, dos líneas finales para el ministerio de la igualdad, concepto transversal al que se quiere dar identidad propia. No dejen de vigilar de cerca cuál va a ser su contenido porque la igualdad, en manos de Rodríguez, que diría Carlos Herrera, puede ser cualquier cosa. Y no precisamente buena. Prepárense las mayorías. Buena semana a todos.
No entiendo muy bien al autor, sinceramente, aunque coincido con el análisis que hace del gobierno, no puedo compartir su sorpresa. Este hombre ha salido reforzado de las urnas, más de once millones de votantes han refrendado sus 4 años de gobierno. No entiendo cómo nadie puede pensar que iba a cambiar de rumbo, no es lógico.