Golf - Masters Tournament - Augusta National

TIGER WOODS SÓLO PUDO SER SEGUNDO

Zach Johnson conquista el Masters de Augusta

Lunes 09/04/2007
AGENCIAS

MADRID.- Según Phil Mickelson hacen falta diez años para conocer los secretos del Augusta National. Zach Johnson, adelantado como en toda su carrera profesional, ha precisado de sólo tres para enfundarse su primera chaqueta verde, su primer 'major', su primer gran cheque.

Sorprendió la presencia de tres de los 'rookies' americanos de la pasada Ryder Cup entre los diez primeros clasificados tras la primera jornada. Sensación que aumentó con su posición antes del fin de semana para regocijo de los medios norteamericanos. No era normal, la presión debía hacer mella antes o después. Así fue. Brett Wetterich fue el primero en caer con un +11 en la tercera ronda y Vaughn Taylor dilapidó todas sus opciones con un más cinco.

Sin embargo, alguién tenía que darle la razón a Tom Lehman, el arriesgado capitán americano que se la jugó, y perdió, en el K-Club dublinés al apostar por ellos. Zach Johnson, uno de los mejores pegadores del circuito, no sucumbió como sus compañeros. De hecho, cuando peor le iban las cosas, cuando el público rugía detras de él porque Tiger Woods había embocado un 'eagle' en el hoyo 13 para situarse segundo, el de Iowa sacó lo mejor de sí.

Al final de la pasada campaña, Johnson comentaba que necesitaba hacer su juego más sencillo, más fluido, más cómodo. Menos mecánico. Horas y horas de trabajo con su entrenador personal, Mike Wender, de lunes a miercoles y más horas de entrenamiento en su juego corto con Pat O'Brien han dado sus frutos.

Precoz hasta decir basta, Johnson se convirtió en el líder de la lista de ganancias del Nationwide Tour en 2003 batiendo todos los récords en la historia de la segunda división. Profesional desde 1998, sólo 13 torneos después de obtener su tarjeta para el circuito americano de la PGA sumó su primer título (BellSouth en 2004) y, ahora, con tan solo tres presencias en el Augusta National, ya tiene su chaqueta verde.

O'Brien puede estar satisfecho. La fortaleza mental de Johnson -empezó su último recorrido con 'bogey' y repitió en el cuatro, para después marcarse una tarjeta de 69, la única junto a la de Rory Sabbatini por debajo de 70 en todo el fin de semana- y su firmeza con el 'putter' -cuatro 'birdies' en el 'back nine'- le granjearon el liderato en solitario del torneo.

No era el primero. De hecho era el quinto líder de la última jornada. Su posición era un castillo de naipes a merced del empuje de un Tiger que despertó a todos con su 'eagle' del 13 y una extraordinaria salida en el 14 que le dejó un 'putt' para 'birdie' que habría dinamitado el torneo. Pero la estadística se equivoca pocas veces y Tiger sólo gana grandes cuando parte de líder en la ronda definitiva.

Woods falló el 'putt' y Justin Rose, la otra amenaza, cerró su vuelta con dos dobles 'bogeys' que desperdiciaban un extraordinario trabajo sucio de cuatro días. Zach Johnson no tuvo la gloria de pasear por la calle del 18 mientras el público aplaude al campeón. Se perdió la mayor gloria de Augusta, pero ganó su primer 'major' y le dio la razón a Lehman.

P.S.
Las cabezas pensantes del National pueden estar satisfechas. Las medidas anti-Tiger se han convertido en una carnicería de profesionales. El Masters de 2007 será recordado más que por la victoria de Johnson por una vuelta al pasado, al paleolítico del golf. Sólo en dos ocasiones el vencedor del Masters había terminado por encima del par. La última, en 1956 (+1). La primera, en 1954 (+1).

Phil Mickleson enfunda la chaqueta verde de campeón a Zach Johnson. (AP)