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Jorge58 (sin comentarios)
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« Respuesta #4 : 12 de Marzo 2007, 13:40:47 » |
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Esta semana, Guillermo Cañas reveló una historia de vestuario. "Un grupo de tenistas apostó a comienzos de año que yo voy a ser preclasificado en Roland Garros", dijo sin citar nombres. Se recuerdan algunos datos: el argentino comenzó el año en el puesto 142 del ranking, la lista de favoritos llega hasta el 32 y el Abierto de Francia se juega a fines de mayo...
El mundo del tenis le tiene fe ciega al regreso de Willy. Podría terminar el 2007 como top ten, entrar al Masters... Pero, ¿ganarle a Roger Federer? ¿Al candidato a ser el top de la historia, el que no perdía desde hacía siete meses? Eso es demasiado. El batacazo se concretó anoche en el cemento de Indian Wells, por la segunda ronda, por 7-5 y 6-2. Profundidad, drive cruzado, capacidad para aprovechar las oportunidades, un sólido servicio... Esos fueron algunos de los argumentos de Cañas. El suizo, ganador de las tres últimas ediciones del torneo, contribuyó con errores y se desdibujó al final. Un alivio para el Guillermo grande, Vilas: Federer debía ser campeón para superar su récord de 46 triunfos consecutivos.
La victoria rebotó con fuerza en las páginas de Internet en todo el mundo. Hacía tres años que Federer no perdía en el debut (ante Dominik Hrbaty en Cincinnati 2004), había ganado siete títulos seguidos y en 24 de los últimos torneos (la excepción, Cincinnati 2006) había llegado por lo menos a la final. Por eso, para las apuestas por Internet, pagaba 1.01 contra 34.
Desde el inicio, se notó el aplomo con el que el argentino afrontaba el partido. El segundo set arrancó con sorpresa: Federer solicitando atención médica para rehacer el vendaje en los tobillos. Segunda sorpresa, al toque: Cañas quebró para sacar 2-1. Alerta roja para el rey. Dos games después, el suizo volvió a pedir asistencia al fisioterapeuta checo Michal Novotny. Esta vez, callos en el pulgar del pie derecho.
El triunfo se acercaba. Federer parecía carecer de energías. Si la devolución de Cañas iba profunda, el Nø 1 probaba una volea de fondo de cancha. Apurado, sin reacción, contribuyó a la causa. ¿Problemas físicos? Parecía, pero hay un dato: tras perder con Cañas, Federer jugó y ganó un dobles con su compatriota Yves Allegro sobre David Ferrer y Tommy Robredo.
En la tribuna, Gastón Etlis no podía de los nervios, sentado al lado de Federico Browne, amigo de Willy, y el PF Fernando Cao. Mirka Vavrinec, novia y manager de Roger, no podía mirar. La cantante Gwen Stefani y su novio, Gavin Rossdale (del grupo Bush), hacían muecas de decepción por la caída del amigo Federer; lo mismo Lindsay Davenport, a su vez amiga de todos ellos.
Cañas lo cerró con personalidad, asegurándose volver al top 50 (hoy saltaría del 60 al 48). Cömo será la cosa que el objetivo es aún mayor que ganarle a Federer: sin tiempo para el relax, Cañas debe estar analizando ahora su próximo partido, contra Carlos Moyá.
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