El macho y la hembra estamos genéticamente programados para cumplir con el papel que la naturaleza nos ha encomendado a cada cual, y aunque siglos de culturalización pueden llegar a modificar los instintos, al final, la cabra tira al monte, aunque por supuesto, puedan darse excepciones.
La hembra de los mamíferos superiores, de los grandes vertebrados con cráneos muy desarrollados, tienen en su arquiencéfalo grabada la continuidad de la especie, a través de la protección de sus crías; y como en la mayoría de las especies, hay dimorfismo sexual, es decir, que los machos suelen ser físicamente más poderosos, la hembra tiende a la monogamia como método de garantía de la seguridad de sus crías.
Sin embargo, el macho está programado para fecundar a cuantas más hembras, para garantizar que la pérdida de crias no sea un obstáculo para la continuidad de la especie. Por ello, la hormona sexual, en el caso del ser humano, la testosterona, es muy dominante, necesitando toda la capacidad racional para oponerse a sus impulsos. Ella, la testosterona es la responsable última de que el hombre desee, como norma general, follarse a todo lo que se menee.
De todos modos, la educación y la femeinización de la sociedad tratan de modificar esas tendencias, pero las posibilidades de éxito a largo plazo son muy limitadas. Insisto, la cabra siempre tirará al monte. No es que pensemos con la polla, es que no podemos hacerlo de otro modo salvo de manera puntual. A la larga, siempre caeremos.
y por ultimo creo q tu eres el q mas cercano esta a la respuesta q necesitaba ,son cosas de la naturaleza perocomo bien dices la cagra siempre tira al monte
Un saludo