A finales de los años 70, en Norteamérica, algunos discjockeys comenzaron a poner de moda un sistema con el cual la gente pudiera bailar de manera continuada, gracias a un montaje de temas enlazados entre sí de manera rítmica y sincronizada conocida, desde entonces, como Mix.
Años más tarde, la moda del Mix empezó a hacerse una realidad.
Anteriormente estos montajes se realizaban para uso personal y, a comienzos de los 80, estos pasaron del más discreto anonimato al mercado discográfico mundial. Con no poco trabajo consiguieron introducirse en un mercado cada vez más difícil y más exigente como es el de la música dance.
El sonido de los años 80 hizo que la figura del DJ (Discjockey) tuviera una repercusión importante, pasando del más absoluto anonimato al reconocimiento del público.
Los primeros mixes se montaban de manera totalmente analógica, utlizándose, por lo general, un magnetófono de bobina, un par de giradiscos y un mezclador.
No eran muchos los que disponían de este tipo de elementos, por lo que si lo hacían, disfrutaban de un reconocimiento antes nunca visto.
Entrevistas, actuaciones estelares y fotos ilustrativas eran algunas de las cosas a las que aspiraban.
Fue en el año 1.985 cuando dos discjockeys nacionales (Mike Platinas y Javier Ussia) intentaron llevar el fenómeno mix aún más allá.
realizaron un mix con los elementos más sofisticados de aquella época, aunque introdujeron algo inusual hasta entonces en un montaje de esas características: la inclusión de efectos sonoros.
Pequeños fragmentos montados entre sí de forma repetitiva, cambios de sonido y notas, combinación de compases perfectamente coordinados...
a este tipo de montaje se le bautizó como Megamix.
Esta palabra, registrada por la desaparecida discográfica Max Music, significa un millón de mezclas.
Como tal, este tipo de montajes llegó a tener en la década de los 80 una repercusión formidable cara a la galería, que por aquel entonces ya identificaba a su DJ preferido, alucinaba con la música que pinchaba y sentía una pasión inusitada por él, si participaba en la elaboración de algún Megamix.
Fue tal la euforia que se desató con el fenómeno Megamix que, años más tarde, proliferó en el panorama discográfico la aparición de varias compañias que se apuntaron al carro de los montajes, incluyendo, además de la mezcla, un tracklist con los temas que componían el montaje musical.
Algunos de los nombres importantes que podemos citar cuando hablamos de montajes megamix son: Mike Platinas, Toni Peret, Jose Mª. Castells, Javier Ussia, Quique Tejada, Raúl Orellana, Dee Dj´s, Dimas Carbajo y un largo etc.
Todos ellos, de una manera efectiva y profesional, han llevado hasta lo más alto el movimiento Megamix, engrandeciendo a las compañías con sus acertados sistemas de reclamo y, a nivel personal, consiguiendo el reconocimiento de un público entregado a la causa.
Se consiguieron vender más de 20 millones de copias de este tipo de discos.
Los megamixers alcanzaron gran nivel y reconocimiento.
El fenómeno Megamix estuvo activo hasta mediados de los 90, en que la apuesta de las discográficas pasó de un montaje musical con efectos a la recreación de la sesión de una discoteca.
Actualmente el fenómeno Megamix ha vuelto a resurgir gracias a varias páginas Web que dedican su contenido a este tipo de montajes, y a trabajos amateurs que se publican en las mismas.
Gracias a la publicación, a finales de 2003, de varios megamixes tales como el Bolero Mix 20 o el Technics, The Original Sessions (El cual incluye un Megamix del maestro Peret) se esta empezando a recuperar por parte de las compañías discográficas, este fenómeno que arrasó en ventas a lo largo de muchos años.
Escuchar Dynamite Mix By Raul Orellana.(1985)