casual, no vas a cambiar el mundo.
Lo sé, pero seguiré intentando convenceros uno a uno...

Los humanos necesitamos estar apegados a una tierra desde los tiempos de los tiempos. Y esa tierra cada una se la siente suya o no.
Y asi estamos. . .
Hasta mañana.
Mi única tierra es la que guarda a quienes quiero, y sus fronteras están marcadas por los límites de las paredes de sus casas; pero te concederé (para dar cabida al sentimiento) que el único lugar del mundo que encoge mi corazón al volver a verlo es Asturias, así que a ella, tan sólo poéticamente, la llamaré mi patria, porque guarda muchos de mis recuerdos más "míos", y me basta con volver a verla para sentirme en casa, y te aseguro, mi estimado y respetado cabezota, que para así sentirlo, no necesito el reconocimiento de ninguna Ley, ni de ningún Estatuto.
Son los dineros por lo único que pelean los políticos nacionalistas. Lo demás, polvo, humo y paja. No nos dejemos engañar...