Chachacha
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« Respuesta #5 : 27 de Diciembre 2005, 14:42:26 » |
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Esto es lo que yo he encontrado Fórmulas mágicas
Se le conoce como «viagra femenina», pero el último estimulante que intenta llegar a las farmacias españolas sólo despierta incredulidad y escepticismo entre los expertos consultados. Frente a las promesas de los fabricantes, médicos y farmacólogos confían en su efecto placebo.
N. Ramírez de Castro
Las compañías farmacéuticas siguen buscando una solución para las disfunciones sexuales de la mujer No es el primero ni será el último producto "milagro" que quiere revolucionar la vida sexual. "Viacrème" es el que más suena hoy, pero en Internet pululan numerosos y variados estimulantes que aseguran tener una respuesta a la compleja sexualidad femenina.
La mayoría están avalados con un éxito de ventas y testimonios de mujeres en la Red que dicen haber experimentado sensaciones hasta el momento desconocidas. También se confirma su total inocuidad y la posibilidad de que lo utilicen todas las mujeres, a excepción de las embarazadas y las aquejadas de anorexia. Pero ni rastro de ensayos clínicos o estudios que confirmen su buen hacer o, al menos, su seguridad.
Los expertos consultados por ABC Salud aseguran que este producto poco tiene que ver con el sildenafilo, el principio activo de la famosa "Viagra". La fórmula de este gel es más sencilla que el de la píldora azul que cambió la sexualidad masculina. Fundamentalmente contiene mentol y un aminoácido esencial que se llama L-arginina.
En esta sustancia reside, al parecer, el poder de una pomada que debe aplicarse en el clítoris para conseguir el efecto estimulante. La L-arginina es un aminoácido precursor del óxido nítrico, una molécula esencial en la erección porque permite la relajación del músculo liso y la entrada de sangre en los cuerpos cavernosos del pene. En la mujer la acción de este aminoácido también tendría interés porque, al parecer, durante la excitación femenina, el clítoris experimenta algo similar a una erección.
Sin embargo, algunos especialistas como Juan Luis Tamargo, catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense, de Madrid, dudan de que la L-arginina sea capaz de lograr esa dilatación con una simple aplicación en crema. ""Viagra" produce ese aumento del óxido nítrico, pero me tienen que demostrar que la administración tópica puede aumentarlo a nivel del clítoris", dice. "En mi opinión, si hay algún elemento clave en este producto, es el mentol porque causa un efecto irritante de inmediato y, por tanto, cierto grado de estimulación. Claro que el mentol apenas cuesta 2,50". "Viacrème", sin embargo, se vende a 72 euros la caja. Por otro lado, este especialista plantea sus dudas sobre su seguridad: "En su publicidad los fabricantes confirman que es totalmente seguro, que no tiene efectos adversos. Pero yo me pregunto: ¿y si este producto irritante lo utiliza una mujer con una infección vaginal, muy común en la población femenina?, ¿qué ocurrirá?, ¿empeorará la situación?, ¿en qué estudios se basan para decir que es seguro?". Javier Angulo, director del laboratorio de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo en Andrología (FI+DA) tampoco cree que este aminoácido, aplicado tópicamente, pueda producir una concentración elevada en el organismo. "Se ha tratado a varones con L-arginina, por vía oral, y los resultados han sido más que discretos. Probablemente el gel produzca en la mujer un efecto placebo más que real. Este efecto psicológico aparece en todos los tratamientos de la disfunción sexual, por esta razón se deben cosechar resultados muy altos para que se considere que ha tenido éxito", comenta. ¿Y después de "Viagra"? Con el éxito del sildenafilo, las compañías farmacéuticas empezaron a prestar atención a las disfunciones sexuales femeninas, un problema que la Medicina había ignorado históricamente. "Viagra" no funcionó como se esperaba en las mujeres, y ahora conseguir una solución se ha convertido en un objetivo científico más. Sus creadores están experimentando con un compuesto en forma de gel, basado en los mismos principios que las pastillas azules. En ese caso sí se podría hablar de "Viagra" femenina. Se trataría, de igual modo, de generar óxido nítrico para favorecer la afluencia de sangre a la región genital y alcanzar, así, la supuesta erección del clítoris. Esta respuesta sería especialmente útil en mujeres con enfermedades que alteran el riego sanguíneo en la zona genital, como son la hipertensión, el colesterol o el tabaquismo. Si así fuera, sería relativamente sencillo encontrar una solución para las mujeres similar al sildenafilo. Pero la sexualidad femenina no es sólo un problema vascular, asegura el doctor Íñigo Sáenz de Tejada, presidente de FI+DA. "Aún queda por saber si el simple hecho de favorecer la congestión y lubricación vaginal con una crema, por efectiva que sea, implica una mayor excitación de la mujer. Si existe una enfermedad que produce una disfunción vascular, indudablemente será beneficioso. Sin embargo, no sabemos hasta qué punto una vasodilatación local puede favorecer el proceso de excitación". Los antidepresivos tienen la culpa Uno de los grupos que más podría beneficiarse de productos vasodilatadores son las pacientes medicadas con inhibidores de recaptación de la serotonina, unos antidepresivos tipo "Prozac". Se sabía que en el hombre podían retrasar o impedir la eyaculación, pero la Fundación para la Investigación y el Desarrollo en Andrología ha comprobado que en la mujer también inhibe la respuesta vascular. Según el doctor Sáenz de Tejada, el hallazgo es importante porque son muchas las mujeres que toman antidepresivos, por lo que la respuesta sexual se está alterando en un porcentaje muy elevado de personas. En la búsqueda de un tratamiento estrella, los científicos no sólo prueban con vasodilatadores sino con preparados hormonales. Se ha comprobado los efectos que tienen los andrógenos (hormonas masculinas) sobre la libido femenina, y en ese sentido se defiende el valor de la DHEA, más conocida como "píldora de la juventud". Esta hormona, precursora de la testosterona, podría ayudar a las mujeres con deficiencia de andrógenos, un problema que provoca la reducción del deseo sexual y causa cansancio, entre otros síntomas. Sin embargo, será difícil encontrar una solución única. "La sexualidad femenina ha empezado a estudiarse ahora, pero tiene un largo recorrido por delante. Probablemente, se empezará a prescribir terapias personalizadas en función del problema. Hoy no hay nadie que se dedique de forma seria a estudiarlo", afirma el andrólogo Sáenz de Tejada. Según los estudios realizados, entre un 30 y un 40 por ciento de las españolas podrían necesitar un hipotético tratamiento.
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