Sí, y que venga uno y te lo diga, vaya y pase, pero verlo en vivo y en directo, o sea presenciarlo... ¡¡¡puf!!!... que en priemr momento no sabes qué es lo que estás viendo. A mí me dio risa, entre perplejo y divertido. Observaba atónito, y no atinaba mucho a reírme, pero al mismo tiempo no podía contener la risa por el asombro. Son sorpresas que a veces te depara la vida.