Binabik
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« : 7 de Octubre 2005, 18:44:00 » |
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El oso pardo huye de la extinción
Un estudio constata que la población en el occidentede la Cordillera es ya técnicamente viable, a pesar de que aún existen problemas de conservación
Oviedo, MarÃa ALONSO La población de oso pardo en el occidente de la cordillera Cantábrica se va recuperando y con sus aproximadamente 100 ejemplares -el mayor núcleo en Asturias- se considera técnicamente viable. La población oriental también crece, pero su situación es peor. Cuenta con entre 25 y 30 ejemplares, y no se considera viable. Éstas son algunas de las conclusiones de un extenso trabajo elaborado por el equipo cientÃfico de la Fundación Oso Pardo que fue presentado la pasada semana en la XVI Conferencia internacional sobre la investigación y la conservación de los osos, celebrada en Italia. El estudio es el primer análisis completo de la evolución de la población de oso pardo cantábrico y refleja datos positivos sobre la especie, sobre todo en relación con la población occidental, que está creciendo anualmente aproximadamente un 7,5 por ciento.
Según el informe, «la tendencia de los últimos años ha consolidado esta población, incrementándose el número de adultos reproductores, y en la actualidad se encuentra dentro de lo que la mayor parte de los expertos consideran una población viable de oso pardo». A pesar de ello los expertos aseguran que «deben mantenerse los esfuerzos de vigilancia y concienciación para lograr la consolidación de este proceso de recuperación». Unos buenos datos que no son aplicables a la población oriental, que, aunque continúa su proceso de recuperación, cuenta con problemas debido a la falta de reproductores. Mientras la población occidental crece al ritmo de un 7,5 por ciento anual, la oriental lo hace al 3 por ciento. Además, «a pesar de la esperanzadora tendencia demográfica, no debe olvidarse que la población oriental cuenta con un número muy reducido de individuos reproductores, por debajo de lo que se considera una población viable, con una razón sexual muy desviada a favor de los machos y una variabilidad genética muy baja». Por ello, y a pesar de la tendencia demográfica positiva experimentada por ambas poblaciones en los últimos años y que se refleja incluso en una ligera recuperación espacial, el estudio, que será publicado en forma de libro próximamente, destaca que «hay suficientes problemas que amenazan de forma insistente su conservación presente y futura». La incomunicación entre las dos poblaciones cantábricas de oso es una de las principales dificultades de la especie. Los estudios genéticos recientes han confirmado la baja variabilidad de ambas poblaciones cantábricas de oso pardo y la falta de comunicación entre ellas. Esos mismos estudios, asà como la «estrategia para la conservación del oso pardo cantábrico», proponen como medida urgente la conexión entre los dos núcleos para garantizar la viabilidad genética y asegurar la recuperación efectiva de la especie en la cordillera Cantábrica. Las amenazas El trabajo de la Fundación Oso Pardo incide además en que la incomunicación se ve agravada porque «los núcleos de hembras reproductoras de las dos poblaciones se encuentran muy alejados entre sà y la querencia de las hembras a los territorios maternos es un factor más que dificulta la conexión». Éste no es el único de los problemas de conservación de la especie: la muerte de osos causada por venenos o los lazos ilegales continúa siendo una realidad en los territorios oseros. En cuanto al deterioro y fragmentación del hábitat, el estudio refleja que todavÃa existen agresiones a su entorno y pone como ejemplo la futura estación invernal de San Glorio (León y Cantabria), que pondrÃa en peligro, según el informe, «la calidad del hábitat osero y contribuye a fragmentar su distribución».
Los datos constituyen una sÃntesis del trabajo realizado por el equipo cientÃfico de la Fundación Oso Pardo, que está formado por Fernando Ballesteros, Juan Carlos Blanco, Yolanda Cortés, Alicia GarcÃa-Serrano, Juan Herrero, Carlos Nores y Guillermo Palomero. Son los primeros resultados de un programa de seguimiento e investigación a largo plazo en el que se han analizado hasta el momento 1.366 datos de osas con crÃas recogidos por los servicios de guarderÃa ambiental de las comunidades autónomas del Principado, Castilla y León, Cantabria, Galicia y de la Fundación Oso Pardo, contando también con las aportaciones del Fapas y de las asociaciones de cazadores.
Fuente: La nueva España.
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