El oso pardo huye de la extinciÃ³n

El oso pardo huye de la extinciÃ³n

Un estudio constata que la poblaciÃ³n en el occidentede la Cordillera es ya tÃ©cnicamente viable, a pesar de que aÃºn existen problemas de conservaciÃ³n

Oviedo, MarÃa ALONSO
La poblaciÃ³n de oso pardo en el occidente de la cordillera CantÃ¡brica se va recuperando y con sus aproximadamente 100 ejemplares -el mayor nÃºcleo en Asturias- se considera tÃ©cnicamente viable. La poblaciÃ³n oriental tambiÃ©n crece, pero su situaciÃ³n es peor. Cuenta con entre 25 y 30 ejemplares, y no se considera viable. Ã‰stas son algunas de las conclusiones de un extenso trabajo elaborado por el equipo cientÃfico de la FundaciÃ³n Oso Pardo que fue presentado la pasada semana en la XVI Conferencia internacional sobre la investigaciÃ³n y la conservaciÃ³n de los osos, celebrada en Italia. El estudio es el primer anÃ¡lisis completo de la evoluciÃ³n de la poblaciÃ³n de oso pardo cantÃ¡brico y refleja datos positivos sobre la especie, sobre todo en relaciÃ³n con la poblaciÃ³n occidental, que estÃ¡ creciendo anualmente aproximadamente un 7,5 por ciento.

SegÃºn el informe, Â«la tendencia de los Ãºltimos aÃ±os ha consolidado esta poblaciÃ³n, incrementÃ¡ndose el nÃºmero de adultos reproductores, y en la actualidad se encuentra dentro de lo que la mayor parte de los expertos consideran una poblaciÃ³n viable de oso pardoÂ». A pesar de ello los expertos aseguran que Â«deben mantenerse los esfuerzos de vigilancia y concienciaciÃ³n para lograr la consolidaciÃ³n de este proceso de recuperaciÃ³nÂ». Unos buenos datos que no son aplicables a la poblaciÃ³n oriental, que, aunque continÃºa su proceso de recuperaciÃ³n, cuenta con problemas debido a la falta de reproductores. Mientras la poblaciÃ³n occidental crece al ritmo de un 7,5 por ciento anual, la oriental lo hace al 3 por ciento. AdemÃ¡s, Â«a pesar de la esperanzadora tendencia demogrÃ¡fica, no debe olvidarse que la poblaciÃ³n oriental cuenta con un nÃºmero muy reducido de individuos reproductores, por debajo de lo que se considera una poblaciÃ³n viable, con una razÃ³n sexual muy desviada a favor de los machos y una variabilidad genÃ©tica muy bajaÂ».
Por ello, y a pesar de la tendencia demogrÃ¡fica positiva experimentada por ambas poblaciones en los Ãºltimos aÃ±os y que se refleja incluso en una ligera recuperaciÃ³n espacial, el estudio, que serÃ¡ publicado en forma de libro prÃ³ximamente, destaca que Â«hay suficientes problemas que amenazan de forma insistente su conservaciÃ³n presente y futuraÂ». La incomunicaciÃ³n entre las dos poblaciones cantÃ¡bricas de oso es una de las principales dificultades de la especie. Los estudios genÃ©ticos recientes han confirmado la baja variabilidad de ambas poblaciones cantÃ¡bricas de oso pardo y la falta de comunicaciÃ³n entre ellas. Esos mismos estudios, asÃ como la Â«estrategia para la conservaciÃ³n del oso pardo cantÃ¡bricoÂ», proponen como medida urgente la conexiÃ³n entre los dos nÃºcleos para garantizar la viabilidad genÃ©tica y asegurar la recuperaciÃ³n efectiva de la especie en la cordillera CantÃ¡brica.
Las amenazas
El trabajo de la FundaciÃ³n Oso Pardo incide ademÃ¡s en que la incomunicaciÃ³n se ve agravada porque Â«los nÃºcleos de hembras reproductoras de las dos poblaciones se encuentran muy alejados entre sÃ y la querencia de las hembras a los territorios maternos es un factor mÃ¡s que dificulta la conexiÃ³nÂ». Ã‰ste no es el Ãºnico de los problemas de conservaciÃ³n de la especie: la muerte de osos causada por venenos o los lazos ilegales continÃºa siendo una realidad en los territorios oseros. En cuanto al deterioro y fragmentaciÃ³n del hÃ¡bitat, el estudio refleja que todavÃa existen agresiones a su entorno y pone como ejemplo la futura estaciÃ³n invernal de San Glorio (LeÃ³n y Cantabria), que pondrÃa en peligro, segÃºn el informe, Â«la calidad del hÃ¡bitat osero y contribuye a fragmentar su distribuciÃ³nÂ».

Los datos constituyen una sÃntesis del trabajo realizado por el equipo cientÃfico de la FundaciÃ³n Oso Pardo, que estÃ¡ formado por Fernando Ballesteros, Juan Carlos Blanco, Yolanda CortÃ©s, Alicia GarcÃa-Serrano, Juan Herrero, Carlos Nores y Guillermo Palomero. Son los primeros resultados de un programa de seguimiento e investigaciÃ³n a largo plazo en el que se han analizado hasta el momento 1.366 datos de osas con crÃas recogidos por los servicios de guarderÃa ambiental de las comunidades autÃ³nomas del Principado, Castilla y LeÃ³n, Cantabria, Galicia y de la FundaciÃ³n Oso Pardo, contando tambiÃ©n con las aportaciones del Fapas y de las asociaciones de cazadores.

Fuente: La nueva EspaÃ±a.