Fernando Alonso aprovecha el regalo de Raikkonen y acaricia el Mundial tras vencer en Hockenheim
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Fernando Alonso controla de cabo a rabo el Mundial de F1. La suerte se ha subido al R-25 del joven asturiano. La rotura de Raikkonen le ha permitido hacerse con el triunfo y, posiblemente, con el Mundial.
Hockenheim se ha convertido en algo histórico. La victoria de Alonso, la remontada de Montoya y el adelantamiento de Button a un Schumacher venido a menos serán difíciles de olvidar.
Raikkonen comenzó liderando la carrera. Por detrás de él no había nadie que hiciera peligrar su triunfo. Nadie. Ni siquiera un Fernando Alonso que se colocaba 11 segundos por detrás del de McLaren.
El GP estaba en manos del imparable finés. Al menos, las cosas estaban así hasta la vuelta 33. Vuelta en la que el monoplaza de Raikkonen empezó a echar humo. Se quedó clavado en la pista y le obligó a abandonar el trazado alemán.
Button salió segundo y concluyó tercero. El último adelantamiento a un Schumacher fatigado, venido a menos.
Montoya, fue el segundo protagonista de la jornada. El colombiano que salió desde la última posición, utilizó su mejor estrategia. No le pudo ir mejor. El regalo: el podio.
¡¡¡ BRAVO MONTOYA !!!
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El quinto fue un Schumacher que estuvo ahí pero que, sin embargo, no aguantó el ritmo hasta el final.
El káiser partió desde la tercera posición. Algo no muy habitual en esta campaña. Continúa su mala racha. El piloto de Ferrari fue la sombra de Fernando Alonso, primero, y de Button y Montoya, después.
Fisichella también tuvo un buen día. Lejos de los incidentes que había tenido carreras atrás (se le había calado el coche en más de una ocasión), el piloto de Renault concluyó cuarto por delante de los dos Schumacher.
Tras Michael, Ralf y después Coulthard y Massa. Hasta aquí los pilotos que puntuaron. Barrichello no pudo hacer nada por Ferrari tras concluir décimo por detrás de Klien.
Más tarde llegaron a la meta Heidfeld y Sato. El piloto de BAR fue de los primeros en visitar los boxes ya que tuvo que reemplazar con urgencia el morro de su monoplaza.
Tras ellos, Albers, Trulli, Villeneuve, Karthikeyan, Monteiro y el debutante Doorbnos.
Las primeras paradasButton paró en la vuelta 20. Entonces, Kimi sacaba más de 8 segundos de diferencias a Alonso. Button aprovechó las paradas para colocarse en la cuarta posición. Montoya hizo lo mismo y aterrizó en el quinto lugar.
El indiscutible campeón de la carrera, Fernando Alonso, hizo su primera parada dos vueltas más tarde. Una antes que su compañero de escudería, Fisichella y a la vez que aquél que le iba siguiendo el rastro, Michael Schumacher.
Raikkonen paró en la vuelta 25. Poco más iba a durar el piloto de McLaren que acabaría retirándose en la vuelta 33.
Con las cosas así, Villeneuve, que ya había tenido algún toque, tuvo un nuevo incidente con Monteiro. Afortunadamente, ambos salieron intactos, aunque sus monoplazas sí que sufrieron.
La emoción estaba servida. Kimi lideraba la prueba. Alonso no dudaba en darlo todo para rebasarle. Lo mismo pensaba Schumacher del piloto español y Button y Montoya amenazaban con sorprender.
Abandono de RaikkonenRaikkonen sacaba entonves más de 11 segundos de ventaja a Fernando Alonso y exactamente 34. 9 a Schumacher. Superado ya el ecuador, todo indicaba que si nada ocurría el triunfo sería sin duda para el finés. Pero ocurrió.
Raikkonen se quedó clavado en la pista y tuvo que abandonar. Regalaba así a Fernando Alonso una carrera más que valiosa para el título del Mundial. Alonso aprovechó el presente que le había hecho el piloto de McLaren. También Montoya supo sacar beneficio propio de la mala suerte de su compañero. El colombiano concluyó segundo. Con el podio, arreglaba el error que había cometido el sábado y que le había relegado a la última plaza en la parrilla de salida.
Button fue el otro afortunado, el tercero en subir al podio. El que rebasó a Schumacher y a quien el alemán no pudo igualarle. Para el piloto de Ferrari la mala racha continúa. Ya tiene sucesor para este Mundial. Fernando Alonso o Kimi Raikkonen. El caso es que este Campeonato supondrá un antes y un después de un Schumacher que hasta entonces había sido imparable.