Lamikiz: «Demostraremos que San Mamés es más que Anfield» El presidente del Athletic pide a la afición rojiblanca que mañana se muestre «hospitalaria» con el Betis El corazón de los rojiblancos late lleno de fuerza. Con todas las entradas vendidas, la expectación crece en el entorno rojiblanco. Fernando Lamikiz evoca lo sucedido la pasada semana en Anfield, en donde el Liverpool eliminó al Chelsea en la semifinal de la Liga de Campeones, para buscar el espejo en el que debe clavar su vista la familia rojiblanca. «Estamos ante una oportunidad histórica para este club y de demostrar que San Mamés es más que Anfield», indicó ayer en declaraciones a EL CORREO.
El Athletic se mira ahora en el Liverpool, el club inglés más apreciado por la hinchada del equipo de San Mamés. Los rojiblancos destacan las coincidencias con los 'reds'. Como ellos, quieren ser finalistas después de veinte años de decepciones; como ellos, traen un 0-0 de la ida fuera de casa; y, como ellos, apelan al fervor de las gradas para superar las dificultades que oponga el rival.
«No vamos a tener que envidiar nada al ambiente de Anfield», dijo Lamikiz la pasada semana. Ahora, cabalgando en medio de la tremenda expectación que ha levantado el choque de mañana, su discurso se ha alterado para hacerse incluso más contundente. «Demostraremos que somos más que Anfield».
El presidente del Athletic tiene especial cuidado en pedir que la afición rojiblanca se comporte de «forma hospitalaria» con el Betis. Para ello pide desterrar de la memoria lo sucedido en el partido de ida en el Manuel Ruiz de Lopera, donde lo que más dolió a los rojiblancos fueron los gritos contra Gurpegui. «Pido a nuestra afición que se centre en animar a su equipo y que se olvide del Betis, entre otras cosas porque cuanto más se calienta un partido es peor porque el rival se motiva más. Lo que no podemos hacer es guiarnos por las pautas que otros marcaron».
Historia a defenderLamikiz insiste en el asunto porque cree que el Athletic tiene una historia que defender y a la que dar continuidad. «Somos un club hospitalario por norma, y así debe ser también ante el Betis. Por eso debemos conseguir que los miembros de su consejo de administración se sientan a gusto durante su estancia en Bilbao. En la Liga se ve que los clubes más apreciados por su trato al rival somos el Real Madrid y nosotros, y así debemos seguir».
En el partido de ida Manuel Ruiz de Lopera se comportó, como es norma en él, como un mal anfitrión y apenas prestó atención a los dirigentes rojiblancos. Sólo invitó a cuatro de ellos a la comida protocolaria previa al partido, a la que él ni siquiera asistió. En todo caso, Lamikiz quiere dejar claro que él personalmente no se sintió «maltratado por los dirigentes del Betis».
En Bilbao, la junta directiva rojiblanca se propone dar un gran recibimiento a los andaluces, al punto de que se propone invitar a todos sus dirigentes a la comida anterior al choque que se celebrará en el palacio de Ibaigane, con especial mención a Lopera, a quien el propio Lamikiz instó para que acuda al acto, algo que nunca hace el dirigente sevillano.
Un asunto que preocupa especialmente en el Athletic es la reacción del público si el Athletic logra entrar en una final veinte años después. El club está dispuesto a fortalecer las medidas de seguridad, pero, por medio de Lamikiz, recordó ayer a los aficionados que no hay razón que justifique una invasión de campo al concluir el encuentro. «Que la celebración, si se produce, sea en las gradas o en la calle. Que no hay invasión del campo porque esto costará una dura sanción para el club».
A la espera del Betis, el Athletic piensa en la posible final del 11 de junio. Todo apunta a que la misma tendrá lugar en Barcelona, porque se cumplen todas las condiciones previstas para que así sea. Para empezar, Osasuna y Atlético de Madrid, los protagonistas de la otra semifinal, aceptan viajar a la capital de Cataluña.
Además, la Federación Española de Fútbol ha dado su visto bueno y Joan Laporta, presidente del club propietario del campo elegido, el Camp Nou, se ha comprometido públicamente a ceder su estadio. Únicamente queda el consentimiento de la Casa Real, aunque no hay constancia de que se haya puesto el menor inconveniente a este escenario.
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