Jorge58 (sin comentarios)
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« Respuesta #22 : 9 de Octubre 2004, 15:59:32 » |
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—Y si tuvieras que decidir vos, ¿qué harías?
—Yo... acá.
Con toda la inocencia de sus 12 años, Erik Lamela le decía a Santo Biasatti que prefiere quedarse en su casa de Carapachay antes que irse a vivir a Barcelona. Esa charla por Telenoche fue el final de 48 horas más que movidas para la familia. El puntapié inicial lo dio la nota publicada el jueves en Olé sobre la incorporación al club español de este zurdito que juega en las Infantiles de River. Enseguida hubo reuniones, charlas, negociaciones para lograr la marcha atrás con el tema y así fue. Los dirigentes de River ya dan casi por hecho que Coco no se irá del país.
La historia se desarrolló en un corto lapso de tiempo, pero dejó mucho para contar. Todo nació con el acuerdo entre el Barcelona y la familia Lamela para que Erik se pusiera la camiseta blaugrana. Lo habían visto jugar en un torneo en Galicia y en otro en Francia y se convencieron de que era una joya que no se les podía escapar. En septiembre lo llevaron junto con su familia a conocer el club y ni lo probaron. Jugó algunos amistosos y se ganó un celular por hacer su primer gol. Luego, le ofrecieron un contrato por cuatro años, a razón de 120.000 euros por temporada, además de un trabajo para José, el padre. El miércoles próximo era el día que debía subirse al avión, pero parece que habrá que cancelar los pasajes porque ahora está pesando más la idea de Miriam, la madre, quien prefiere seguir en el país.
¿Qué pasó para que hubiera un cambio repentino? Una rápida acción de los dirigentes de River en dos sentidos. Por un lado, apuntando hacia Barcelona. José María Aguilar habló de "piratería" y "robo de jugadores" para referirse al tema y enseguida trató de comunicarse con su par Joan Laporta y no tuvo respuestas. Ante tanta repercusión mediática, los españoles frenaron sobre la marcha justamente para no quedar como ladrones. Por el otro, la estrategia fue la de convencer a la familia de Erik, ya que legalmente River llevaba las de perder porque si bien tenía derecho a no mandar la ficha del jugador, en dos años quedaba libre y podía ser inscripto por los catalanes sin dramas. De hecho, en el Barsa ya hicieron eso con el argentino Messi.
El jueves hubo una reunión entre los padres y Aguilar. Fue la primera charla. Ayer, el encuentro fue con Carlos Liporace (presidente del Fútbol Amateur) y Oscar Videla Arias (presidente del Fútbol Infantil). Estuvieron más de una hora en el club y, aunque quedaron en que el lunes habrá una respuesta definitiva, ambas partes se fueron con la sensación de que Erik seguirá usando la camiseta de River, a pesar de que entre las tantas notas que le hicieron admitió ser hincha de Boca... "Hay grandes posibilidades de que se quede. Hablamos de que en un futuro River tendrá un reconocimiento para la familia, además es una manera de preservar al chico y mantenerlo cerca de sus afectos y sus amigos", le explicó Liporace a Olé. "Casi seguro que se queda. Es más posible eso a que se vaya", le admitió José Lamela a este diario.
Ese reconocimiento del que habla Liporace se concretaría de diferentes maneras. ¿Será económico como lo que proponía el Barcelona? "Esos son detalles que faltan limar", respondió el presidente del Fútbol Amateur. Pero sí, algo de eso hay. "Tal vez le hagan un contrato, algo así. También le pueden reconocer un porcentaje del pase al padre", contó un allegado a las negociaciones. Igualmente, más allá de eso, River le mostró otras cartas a la familia para convencerla de cambiar la decisión de viajar a España. Primero, el desarraigo de un chico de apenas 12 años. Después, todo lo que el club le puede ofrecer en ese sentido: contención con los profesionales que trabajan en el fútbol juvenil y educación en el Instituto del club (beca que se podría ampliar también para sus hermanos). Todo eso hizo efecto especialmente porque Miriam, la madre de este enganche o puntero izquierdo, no está totalmente convencida de la posibilidad de irse a vivir a Barcelona, más allá, obvio, de lo tentadora que es la oferta económica.
"Estamos en tratativas para hacer un convenio con River", contó José Lamela, anteponiendo al club de Núñez al español. Se vienen las horas decisivas, pero parece ser que el final será el que deseaban los dirigentes argentinos. En el medio hubo 48 horas vertiginosas en las que Erik pasó de ocupar la página central de Olé del jueves a estar en todos los diarios, las radios y canales de televisión no sólo argentinos y españoles, también en otros países como Brasil, México e Italia tuvo repercusión esta historia. Por momentos, la familia Lamela tuvo que desconectar el teléfono, que no paraba de sonar. A Aguilar lo llamaron más por este tema que por la venta de Cavenaghi. Sí, un nene de 12 años provocó una verdadera revolución. Hizo miles de jueguitos delante de las cámaras, se probó la camiseta del Barcelona y hasta confesó que sueña con "jugar en la Selección y ganar un Mundial" para que quede grabado como esa imagen en blanco y negro que inmortalizó a aquel Maradona enrulado de Fiorito.
Este nene es rubio y tiene el pelo largo, pero a los 12 años piensa como un chico más. "Puedo estar todo el día jugando a la pelota, no me canso", le había dicho a Olé antes de confesarle que no se imaginaba una chance así: "Yo quería ir al Barcelona cuando fuera más grande. ¡Me tocó mucho antes!". Pero no fue así. Al final, para lograr eso tendrá que esperar a ser grande.
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