Efectivamente el caos en las calles era monumental… y hablando de monumentos… ¡qué mujeres!… un manotazo en mi cogote me sacó de mis miradas…
- No seas conchudo… hoy sólo vas a ser para mí. No pienso compartirte…
Fuimos a beber, a bailar, cosa que se hubiera arrepentido a la tercera vez que le pisé los pies si no fuera que los bailes empezaron a ser más y más sensuales.
Una chica me entró, es decir coqueteó conmigo descaradamente. Yo me preguntaba si sería una de sus bromas… pero… pero no… me tomó de la mano… y me arrancó de su lado… y con voz firme me dijo… está primera cita eres sólo mío.
A esas alturas de la noche yo estaba medio cocido… no por el alcohol… que tampoco había bebido tanto… sino por el ambiente, por aire… había salido del frío y estaba en el calor… con una humedad diferente…
Mi camisa empapada en sudor…
- ven salgamos… cogimos el coche… es decir, tomamos el carro… y me llevó a una playa…
nos llevó un buen rato llegar allá… era ya de noche, pero el cielo era claro y dejaba intuir la transparencia del mar. El murmullo del agua, la suave brisa…
Apago las luces del auto… y como una pareja de novios nos besamos… nos comimos los labios… mi lengua penetraba su boca y era recibida con agrado por la suya… y mutuamente se fundían en húmedos abrazos… nos abrazábamos y acariciábamos nuestras espaldas…
Se separó de repente… y salió del coche juguetona… se puso delante del mismo y se desnudó en un striptease (o estriptís) de película… iba arrojando su ropa contra la carrocería del coche… encendí las luces del mismo y el espectáculo fue divino, por primera vez lamenté que no llevara más ropa, para que show durara más… sus movimientos sensuales iban acompañados de besos al aire que hubieran seducido hasta las piedras de Stonehenge . cuando terminó me invitó a salir … yo baje del auto y me desnudé antes de acercarme a ella…
Me miró la entrepierna y frunció el ceño…
- aún está pequeñito… mmm y mordió su labio inferior en señal de desaprobación
- mujer… si ya ha cumplido con creces… si estoy mayor ya para esto… si no he parado desde que vine… si estoy agotado… si he bebido
las excusas salían de mi boca a toda velocidad… estaba cortado…
- ya … y ahora me dirás que es la primera vez que te pasa verdad?
¡Ay! Retomaba su papel de enérgica ama… habíamos hablado cientos de veces de sus fantasías sexuales… de los de criada, secretaria… y otras mucho más inconfesables… ah… pero ahora se revelaba…
¿cómo conseguir no perder los papeles? estaba fascinado y sin palabras pero lo cierto es que no había erección a pesar de lo hermoso cuerpo que tenía ante mi…
se acercó, me tomó de las manos y me dijo:
- tu castigo va a ser que me vas a hacer todo lo que yo te hice a ti… TODO,
y salió corriendo hacia el agua…
tras unos segundos para reponerme salí corriendo detrás de ella… el aire cálido… el mar… ante mi asombro, también…
Sheila ya nadaba en una zona que aún hacía pie… yo me acerqué a ella andando… viendo como daba saltitos en el agua dejando ver sus pechos… daba vuelta en las aguas… la luz de la clara luna reflejaba su culo unos instantes antes de volver a ver su cabeza…… con sus manos apartaba el cabello hacia atrás… y dejaba ver sus ojos y su sonrisa…
- vamos a que esperas… recuerda que todo es todo…
¿Sabéis que la suavidad de una piel se acrecienta en el agua?… la giré y la abrace por su espalda… mis manos cogían sus pechos y le mordía el cuello… ella, al tiempo que ladeaba su cabeza para que pudiera “atacar” su cuello con mas facilidad, echaba sus brazos hacia atrás… a mi cintura… haciendo que mi pene se pegara a su trasero…
se giró y me miró a los ojos… cielos que ojos. Esos ojos que no había fotografía que hiciera justicia.
Me beso un breve y lindo besito en los labios… me guiñó un ojo… y con sus manos hundió mi cabeza debajo del agua…
Comencé un buceo buscando lo que ella quería que encontrase…
No sabía que era tan fácil abrir la boca debajo del agua… sacar la lengua, pegar lametones. Exploré agujeros nunca explorados… las veces que salía a respirar era rápida y autoritariamente sumergido…
Comenzó a nadar despacio… y yo seguí en mis labores… el flotar en el agua me permitió un mejor respirar… oí que gemía con fuerza y me separé para tomar aire… pero al escuchar con imponente voz…. – como pares ahora te mato… reanudé mi tarea… la lengua buscó un objetivo… mis labios se cerraron en torno a él y comencé a succionar como si fuera una pollita rica… lo mismo, era lo mismo… y todo era todo… Ambas oquedades fueron trabajadas por lengua y dedos…
A esas alturas ya estaba medio ahogado por el agua que había tragado cuando escuché un DIOOOSSSSSSS MIOOOO QUE FUERTE…
A pesar de la sal que había en mi boca me fue sencillo reconocer el sabor de sus fluidos…
Me separé de ella y me fui nadando hacia la orilla, tras un penoso andar por la arena… caí derrengado.
Tumbado en el suelo abrí los ojos y la vi…
- ¡Ay!… que suerte un naufrago… voy a hacerle el boca a boca… y mirando hacia abajo continuó… bueno … como me llamó Sheila que a este lo reanimo yo…
fue un lindo beso… fue un lindo recorrido de lengua… y fue un lindo masaje el que me dio su lengua… no soy consciente de cuando “él” empezó a crecer, de cuando estuvo duro… pero si soy conciente del momento en que eyaculé… y de que ella siguió succionando… algo que ya sobrepasó el placer… quise separarla… pero hasta que no lo chupó todo, no se detuvo hasta que yo paré totalmente de echar semen… su boca no dejo de tragarse mi polla desde la punta hasta la base sin parar… es más… no paró de chupar hasta que de nuevo la flacidez pos corrida no volvía… y no bajo el ritmo…
fue algo salvaje… solté un grito salvaje en aquella playa salvaje
Recordar su cara pilla exagerando que se lo había tragado todo… provoca un estado de excitación no acorde con el momento en que me deja la azafata una cutre bolsa de frutos secos…
Nos rebozamos en la arena como croquetas… jugábamos como críos… cuando ya no pudimos más nos quedamos dormidos… En mi tierra hubiéramos cogido una neumonía… pero en el paraíso eso no era posible.
Al amanecer me despertó con un abrazo… y con voz cariñosa me dijo: eres chévere… fuera lo que fuera esto… en sus labios me sonó genial
Se hacía tarde para dormir un poco más… así que me llevó al hotel…
Nos duchamos juntos… pero sin sexo… o con sexo de baja intensidad… por decirlo de alguna manera… nos enjabonábamos mutuamente… pero dejamos de hacerlo con las manos, para hacerlo con el cuerpo… su turgente pecho, su espalda, sus nalgas… con mi pecho, con mi espalda, con mis nalgas… era un ballet de espuma lograda de rozarnos con un jabón de delicioso olor… no había besos, no había tocamientos genitales… era la pura sensualidad… era el reinado de la sensación de la piel…
Salimos de la ducha nos vestimos y salimos para el aeropuerto…
Durante el vuelo fui dos veces al servicio… la primera vez que baje mi bragueta y puse al pobrecito pito a mear… lo vi rojo, pelado, medio descarnado… sonreí y pensé: - Sheila, cariño… tienes que venir tú a cuidarlo… está malito…
Comprendí que, a pesar de los kilómetros… aún seguía bajo su hechizo juguetón y, solo con pensarlo, tuve ganas de masturbarme allí mismo.
