Mundial 2010

No se si lo vieron, pero fue un gusto escuchar al Tata Martino en la conferencia de prensa post partido
Dijo cosas muy interesantes, con una gran humildad (para que no digan que todos los argentinos tenemos un gran ego)

Acá algo de lo que dijo (del diario Olé)

Y hace historia Martino en Paraguay, donde creció como técnico mucho más que en la Argentina. Hace historia además Sudamérica, con cuatro equipos en cuartos. Y al hablar no hace historia el Tata pero sí se muestra como ejemplo. Dio placer escuchar al técnico argentino después de esa alegría, del sufrimiento. Consciente de que marcó un hito para el fúbol guaraní, pero manteniendo la compostura, sin estridencias y cero soberbia.

Por ejemplo, no se subió al carro triunfalista cuando se le preguntó por qué ahora sí Paraguay había pasado y nunca antes. En vez de elegir el camino del autoelogio, optó por un sencillo y respetuoso ahora nos tocó Japón y en otros Mundiales, Francia y Alemania, por ejemplo. Es decir que no quiso poner a este equipo por encima de otros con figuras históricas como Chilavert, Celso Ayala, el Toro Acuña o José Cardozo, sino que le dio importancia al rival, de menor envergadura.

También explicó Martino, después de ganar por penales, que él no tuvo incidencia en que los jugadores patearan como patearan, que "una definición no se puede ensayar porque tenés que traer a 40.000 personas". Y hasta reveló que, cuando practicaron por las dudas, esos mismos jugadores elegidos por él no habían tenido tanta efectividad. Y, otra infidencia, sacó pecho por Tacuara Cardozo, que pateó último "porque me pidió ese penal".

Ah, otro gesto de ubicación, de estar con las antenas paradas, fue cuando se tocó el tema del boom sudamericano en el Mundial. Ahí, en un momento de euforia, elogió una por una a las selecciones y se acordó de su maestro Bielsa, lamentó la eliminación de Chile y dijo algo cierto, que lo perjudicó (a quién no) el cruce con Brasil.

Después de tantos golpes a los que acostumbró en Eliminatorias, transformándose en uno de los top de Sudamérica, por fin se metió Paraguay en esta instancia del Mundial, en buena ley, sin brillar, en octavos algo temoroso pero a la larga haciendo pesar sus características históricas: jugó inteligentemente a empatar en el debut con Italia, ganó el que tenía que ganar con Eslovaquia y cerró tranqui con Nueva Zelanda. Y ahora trató de ser protagonista con Japón, en un partido de regular a malo. País vecino, con tantos guaraníes en nuestra tierra, da gusto verlo en cuartos. Y más gusto da al tener como técnico a un argentino.