En casa somos muy ordenados, así que yo duermo boca abajo y me bajo de la cama por mi izquierda
Mi mujer, que sabe mucho de Feng Shui, también duerme boca abajo, pero antes de bajarse de la cama, se da vuelta, se queda boca arriba y se baja por su izquierda
Y así, la fortuna nos favorece a los dos, y todos felices y contentos
