Por fin lo esty acabando

[INDIGO36BCN]

La letra que te escribí


Así debió de sonarme tu canción
cuando en su última letra se despide
el sur se llevo tu voz, la melodía el aquilón
como la libertad, cuando - por fin - es libre.

Sentida sentencia sin redención,
a nuestra canción, cuando expire,
le giraré la espalda en negación
de la última lágrima que en mi vive.

Caminaré ciego sin atrás mirar
lo haré por si acaso se despidiere
la ultima estrofa escrita en el bar
soñada en tu fuego que ya no me quiere.

Giraré el hielo, en el fondo del vaso,
el sustantivo que frío, más te concierne
y si aguanto mi sien, por ser ese el caso
será que tu recuerdo aun viene a verme

Indigo

[INDIGO36BCN]

La caída



Tantas veces me vi caído
Y me he logrado levantar
Como la mañana que ha vencido
Al ocaso al madrugar

Tantas veces he nacido
Que otras mil me mataran
en un sepulcro extendido
Como pila bautismal

Descarado, confundido
Donde esta la vida
La que quiero y no esta
Donde esta el no nacido

Que llego dormido al madrugar
Ocaso de guadaña
Mañana de espadaña
Tu llamada he vencido

Indigo

[INDIGO36BCN]

el mendigo


Llevaba en la vida casi una vida entera
contaba los días, como días que le quedan
sus pies llagados, atrás dejaron huellas
las sendas a su espalda, agotadas se le cierran
en su cara, herida, el frío no hace mella.

Lo se, arrastraba su pasado como condena
como pesar por el silencio de la campiña
tras los matorrales hace rato que la esperan
el sueño alguien remató de una joven
sin que los aires mensajeros lo advirtieran.

Así caminaba, agazapado, matando abriles
con el pie borraba detalles de aquella locura
una amargura callada parecen miles
pagaba soledad, miseria y hambruna
resbalaban las lágrimas y hervían viles.

Deudor que ha pagado, en tu cruz te bendigo
pues en tu silencio estaba escrita una lección
hoy compartiré esta noche, al raso de tu abrigo
calienta tu vida, coma la música a la canción
duele mucho, tranquilo, respira, exhala, adiós.

Indigo

[INDIGO36BCN]

Nos cruzamos

Ves, podría sonar aquel acorde
podría sonar el ay como lamento
Nunca una llegada
sonó tanto a despedida
llegando, en silencio, te notó
relente de mañana fría
querida de un solo día
como secreto
solo yo sabia
que tu aliento me rozó.

Indigo