Jorge Lorenzo: Campeon del mundo de 250cc

LOGRA SU PRIMER TÍTULO MUNDIAL

Lorenzo se ciñe la corona del cuarto de litro

* Sucede a Pedrosa en el reinado de 250 cc., convirtiéndose en el décimo campeón español
* Con 19 años y 175 días es el segundo campeón más joven de la historia de la cilindrada

Domingo 29/10/2006
EFE

MADRID.- Rozar el título con los dedos lo atenazó en Portugal, pero en Valencia salió de su habitación de cristal para coronarse como campeón del mundo de 250 cc. Su primer título mundial le sirve para suceder a Dani Pedrosa en la hegemonía del cuarto de litro. En una carrera en la que se limitó a controlar a Andrea Dovizioso, deberá agradecer eternamente la labor de Álex Debón, su amigo y consejero, que frenó al italiano de manera magistral. La carrera la ganó Álex de Angelis. (Narración de la carrera)

Jorge Lorenzo salió de la burbuja en la que lo aisló su equipo en Cheste (prohibido lo que no tenga que ver con pilotar) para saltar poseido y alocado, revolcándose por la tierra junto a los aficionados. Tras el berrinche y el varapalo de Portugal logró en Valencia su cuarto puesto más dulce de la temporada, el que lo proclamaba campeón del mundo. Lo hizo en el mejor escenario, en casa. Empezó bien la carrera, segundo en la primera curva. Dovizioso lo hace rematadamente mal y era duodécimo. Sabedor de esto, el mallorquín aflojó, lo superaron varios pilotos, hasta que le toco al italiano. Entonces se entonó, se afanó en marcarlo y contó con la impagable ayuda de Debón, guardaespaldas de lujo, que contuvo y freno a 'Dovi' desde la vuelta 12, rebajando las pulsaciones del equipo y de Lorenzo.

Termina la temporada coronando la última colina de la montaña rusa en que se ha convertido su año. Su superioridad sobre la pista (10 'poles', 8 victorias y otros 3 podios) nunca terminó de plasmarse en el Mundial, pese a que su máximo rival, el italiano Andrea Dovizioso, tan sólo ha logrado dos victorias, una de ellas en Portugal (mazazo psicológico para un agarrotado Lorenzo) y, eso sí, 10 podios. Su regularidad le ha permitido dar guerra al mallorquín hasta la última carrera. Lorenzo tuvo un comienzo arrollador: victorias en Jerez y Qatar (podio español 700 en el Mundial), la primera con casi cinco segundos sobre el siguiente piloto. Estos dos ejercicios de poder le llevaron a afirmar: "No creo que sea imposible ganar todas las carreras".

Dos demostraciones antagónicas (en Jerez cabalgó en solitario, mientras que en Qatar venció en un intenso mano a mano con Dovizioso) que mostraban un Lorenzo que ha aprendido a serenarse. Sin embargo, la montaña rusa emprendió una vertiginosa cuesta abajo. En Turquía, Shuhei Aoyama se lo llevaba por delante en la primera curva. En China, sufrió un tormento para lograr un cuarto puesto in extremis, mucho mejor que el nuevo rosco de Le Mans, donde un toque con Locatelli lo mandaba al suelo. Él, que en 2005 fue sancionado una carrera por un lance con De Angelis que dio con ambos en el suelo, veía como dos acciones de otros pilotos lo dejaban a 29 puntos del liderato del Mundial.

Que las cosas no salieran a pedir de boca supuso una prueba de fuego para el mallorquín. Como en Estoril, el último trago. Ahora que había aprendido a serenarse. El punto de inflexión era ver su reacción en los malos momentos. Todos le hablaban de madurez, madurez y madurez. ¿Le pesaría demasiado esa carga? ¿Volvería a tirar el casco contra la pared? No. O sí, pero más disimuladamente y a solas. En Mugello remontó el vuelo y se rehabilitó para el título. "He aprendido a estar más tranquilo. Ahora tengo un talante más positivo", afirma. Seguramente fue una de las carreras decisivas del año: podía hundirlo o recuperarlo para la causa.
Lorenzo estaba eufórico en el podio. (Foto: EFE)
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Lorenzo estaba eufórico en el podio. (Foto: EFE)

Un joven de 19 años resultó ser el más maduro. En la previa Chicho, su padre, arremetió contra su manager, Dani Amatriain, fundamentalmente por un tema económico, y éste aseguró que acudiría a la Justicia. No sería el único desafino en esta bella canción de Lorenzo. En agosto, decidió reavivar su polémica con Pedrosa, afirmando que nunca se "arreglarán las cosas entre nosotros" y que le "ganaría con su misma moto". Esa mutación que ha experimentado sufrió un impás de espera. Superado ese vacío, los hechos sobre el asfalto encaminaron sus pasos. Ha aprendido a base de errores. En Italia, le recortó nueve puntos a Dovizioso y desde entonces sólo se ha bajado del podio en Portugal y Valencia. Ha aprendido a gestionar un Mundial en lugar de arremeter descontroladamente contra él.

Desde Mugello, el gráfico de su evolución muestra una fulgurante trayectoria ascendente. Ha ganado cinco carreras, ha sumado otros tres podios y ha quedado siempre por delante de Dovizioso desde el GP de Holanda, a excepción de Portugal. De hecho, de las 14 carreras disputadas sólo en cinco el italiano ha estado por delante. Alemania fue el escenario de la reactivación cardiaca. Su tercer puesto le permitía volver a asumir el mando de 250 cc. tres meses después. Dos puntos de respiro que han ido in crescendo hasta los 17 de ventaja que le han dado el título en la última carrera. El niño se ha hecho profesional y ha cumplido su sueño desde los ocho años. El 2007 lucirá el número uno en su Aprilia, tras renovar con la marca de Noale, frenando los impulsos, propios y ajenos, que lo ponían a los mandos de una MotoGP.

Lorenzo se lleva la mano al pecho tras cruzar la meta. (EFE)