J. David
El forero de Cristal
PeterPaulistic@¹
    
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A mi nunca me dara vergüenza ser del Madrid
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« : 9 de Septiembre 2006, 11:58:13 » |
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Se juega España media vida el próximo 7 de octubre ante Suecia, partido clave para la selección de fútbol si quiere paliar la dolorosa y ridícula derrota ante Irlanda del Norte del pasado miércoles y encauzar su clasificación para la Eurocopa de 2008. Y coincidiendo con el encuentro, las federaciones de fútbol catalana y vasca tienen programado sólo un día más tarde un partido amistoso Cataluña-País Vasco, desviando la atención que exige el duelo y poniendo en un serio compromiso a los jugadores internacionales de ambas Comunidades Autónomas, que tendrán que escoger qué bandera prefieren defender, qué himno quieren escuchar. Jugar con España hace del todo incompatible hacerlo unas horas más tarde con el equipo autonómico, por cuestión de viajes y rendimiento físico. Por tanto, carismáticos jugadores como Puyol, capitán del Barça de Joan Laporta, que quiere una Cataluña independiente, deberán elegir camiseta. Los jugadores han sido colocados, pues, ante un conflicto que trasciende lo personal para convertirse en asunto de caza mayor, sobre todo en una Cataluña en elecciones. Ha un tiempo que se barajaba esta idea. Cataluña y el País Vasco querían dar un paso más en el asunto de las selecciones territoriales y planeaban enfrentarse, convirtiendo el espectáculo deportivo en un escenario político puro y duro. Era la disputa de un encuentro entre «dos naciones que viven sin quererlo atadas por ley a un Estado», tal y como se escuchó ayer en una tertulia barcelonesa. Ahora, la cosa va más allá y pactan la cita para una de esas fechas FIFA en la que hay compromisos oficiales -la Liga descansa ese fin de semana-, entre ellos el de España, ese supuesto Estado que les tiene «atadas» sin ellas -las naciones- quererlo. Reivindicaciones ocultas Jordi Roche, presidente de la Federación Catalana de Fútbol, ha sido la cabeza pensante de esta iniciativa, el hombre que más tierra ha movido para que el proyecto viera la luz y para pactar con su colega Iñaki Dobarán. Pero detrás de esta idea de la Catalana se encuentran fuerzas políticas nacionalistas catalanas, dispuestas a arrancar una nueva estrategia en la que utilizarán al fútbol y otros deportes, con sus respectivas selecciones autonómicas, con el fin de avanzar en sus objetivos políticos. Además, de fondo están las elecciones para la Generalitat, programadas para el miércoles 1 de noviembre y en las que se volverá a hablar del tema de las selecciones catalanas. No se sabe todavía si el partido se disputará en el Camp Nou o en el Olímpico de Montjuic -será, en principio, a las 17 horas-, pero lo que está claro es que las gradas de cualquiera de los dos estadios se llenaran de «senyeres» e «ikurriñas». Ya se reservan autocares desde el País Vasco y, aunque todavía falte un mes, ya se anima el tinglado desde la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas, que el lunes tiene previsto, «con motivo de la Diada Nacional», regalar un número ilimitado de entradas en la Muestra de Entidades, situada en el Arco del Triunfo. Por el «stand» pasarán el seleccionador catalán, Pere Gratacós, y Oleguer Presas, jugador del Barcelona que, salvo sorpresa mayúscula, no se perderá el choque entre ambas regiones por nada del mundo. No tiene pinta que el seleccionador nacional (español) llame al defensa azulgrana para el compromiso ante Suecia, pero sí que habrá movida con otros nombres. Carles Puyol, Xavi Hernández, Luis García, Cesc Fábregas, Xabi Alonso, Asier del Horno y Andrés Iniesta -manchego de nacimiento, pero catalán de adopción- son fijos en las últimas listas de España y muchos de estos jugadores tendrán que decantarse por su país o por su comunidad autónoma. Una decisión algo complicada, ya que el clima político que se respira puede causarles problemas y algún que otro reproche. Se enfrentan 75 años después Han pasado 75 años desde que Cataluña y el País Vasco jugaron por última vez. Disputaron, entre 1915 y 1931, un total de cinco partidos, saldados todos ellos con victorias del equipo vasco. El encuentro del 8 de octubre tiene un especial significado para la Federación Vasca de Fútbol, ya que es la primera vez que su equipo representativo juega fuera de su territorio desde 1939, año en el que una selección vasca disputó y ganó la liga de México tras una gira por Europa y América que coincidió con la Guerra Civil española. El organismo se enorgullecía ayer e informaba de la satisfacción que produce celebrar el amistoso en Barcelona «tras muchos años de trabajo y tras superar innumerables obstáculos». Al parecer, ambas selecciones quieren diferenciarse del resto de autonomías, que siempre juegan sus bolos contra seleccions menores en fechas navideñas. Además, este es el primer capítulo entre ambas federaciones. Está previsto que Cataluña le devuelva la cordial visita al País Vasco, aunque no será este año. Probablemente, se enfrentarán de nuevo el año que viene, aunque todavía no está confirmado dicho encuentro.
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