Raskolnikof
PeterPaulistic@
   
Karma : 732
Sexo: 
Mensajes: 3.272
|
 |
« : 2 de Marzo 2006, 16:37:00 » |
|
Hoy llegué muy tarde a casa. Esta maldita carretera que siempre me juega malas pasadas, hoy también hizo que me retrasara. Conducía en medio de la noche, con la compañía de una música muy suave, recordándote y deseando llegar pronto a tu lado. El interior del coche era el espacio perfecto: aún perduraba el olor de tu perfume en el habitáculo, y de vez en cuando, casi de reojo, miraba el asiento vacío y te imaginaba allí sentada, a mi lado, como la última vez que ese mismo sillón fue testigo de una apasionada escena de amor en la que él nos dio cobijo.
Los faros de los camiones se reflejaban en el parabrisas, y mi vista, ya cansada, solo encontraba en los reflejos del cristal tus ojos brillando, tu boca sonriendo. Es desesperante, todavía me quedan algunos kilómetros para llegar, y es que estoy deseando de tenerte en mis brazos esta noche.
En esos instantes de soledad mi mente viajaba al pasado. Recordaba el momento en que nos conocimos, aquel instante divino en que te lanzaste a por mí como si de una pieza de caza se tratara, y yo me sentía indefenso coartado por tu fuerza, aunque tampoco opuse mucha resistencia (he de reconocerlo, sí... me encantaba que provocaras mi sonrojo); aquella primera vez que oí salir de tus labios la palabra “te amo”, provocando que mis ojos se inundaran de lágrimas de felicidad; o la primera vez que hicimos el amor, como nuestros cuerpos fueron uno sólo, como te sentí, como perdimos la noción del tiempo.
Con la mente en otro lugar, el tiempo ha transcurrido mucho más rápido. Ya veo el parking de nuestra casa. Imagino que a estas horas ya estarás dormida; no en vano, las luces de la casa están apagadas, aunque corro hacia el portal por si aún no estuvieses soñando . Abrí la puerta del apartamento, y tu perfume se hizo preso de mi olfato. Es maravilloso llegar y olerte, saber por que habitaciones te has movido, notar tu presencia. Me habías dejado una nota en la cocina, junto a unos platos con comida, de esas recetas que tanto te gustan preparar, diciéndome que te marchabas a dormir, que estabas muy cansada..Y como siempre en la firma...”Te amo”.
Me acerqué al dormitorio. Las ropas por el suelo, y sólo la luz de la luna iluminaba tímidamente la habitación, pero esa pequeña claridad se centraba en tu cuerpo desnudo. Dormías boca a bajo, y las sábanas sólo te cubrían las rodillas. Tu cuerpo era bello, estabas preciosa, el cabello que acariciaba tu cuerpo y tu carita estaba sonriente. Me tumbé a tu lado, y por no despertarte, besé suavemente tus hombros y tu espalda. No quise despertarte, te veía soñar y te veía feliz. Sabía que soñabas conmigo y quise que me amases en sueños. Solamente te miré, y en voz baja, dije: “Te amo. Que suerte tengo de haberte conocido, de haberte esperado tanto tiempo”
Para ti, feota. Te amo
(Juan Francisco Alonso 02/03/06)
DA&JF
|