Gracias Sog., devuelto.

Me gustaría compartir una reflexión contigo y con el resto de amigos del foro.
Obsérvese la maniobrabilidad del Sr Zapatero.
Gana las Elecciones por sorpresa, e inmediatamente comienza a ejercer una estrategia de aislamiento de la derecha convencional, ya iniciada anteriormente en Catalunya.
CiU, pese a ser el partido más votado, está en la oposición merced a la alianza con la izquierda independentista.
En España, se saca provecho al pacto catalán, atrayendo el apoyo de sus socios en el Parlament.
Hasta aquí, todo correcto.
"Pasqual, yo aprobaré todo lo que venga desde el Parlament ".
Obviamente, la traición a Maragall está calculada de antemano, pues bien sabe ZP que no va a poder aprobar en Madrid un Estatut que venga gestado, aunque sólo sea en parte, por ERC.
Deja que ERC se desgañite y fanfarronee, mientras por la espalda negocia con Mas y Durán, que son los que realmente tienen el poder de los votos en Cataluña. Y obviamente, el resultado positivo de esa negociación no se produce en unas horas. Se viene trabajando en ello desde mucho antes. ERC queda así traicionada y a los pies de los caballos. De manejar los hilos del cotarro, resulta que no pinta nada ni en España, ni en Catalunya.
A los barones "guerristas" del PSOE también les vende la moto de la necesidad del apoyo de PSC, y por tanto, de ERC, con lo cual Bono, Ibarra, Felipe, Guerra, Leguina, Díez, Txiki Benegas, etc., despotrican y no paran..., para quedar en evidencia ante el pacto con CiU y la "suavización" del nivel de exigencia catalán.
Cierto es que todavía no sabemos los detalles del acuerdo, pero de momento...
Al PP le desmonta el Pacto contra el terrorismo mientras pretendidamente negocia con Batasuna e incordia a la AVT por medio del comisario político Peces-Barba. Machaca la credibilidad de Caldera con el asunto de Salamanca y prepara la encerrona de la tregua de ETA tras un previsible acuerdo con el PNV que permita la incorporación de Batasuna a las mesas de debate sobre el futuro de Euskadi.
Así pues, tras traicionar a Maragall y el PSC, a ERC, y a los barones de su propio partido, parecería que este hombre tiene el panorama despejado. ¿ O no ? ¿ O se ha creado demasiados enemigos para ver el futuro con tranquilidad ?