No falla. ¿Cuántas veces habremos oído, e incluso dicho, la frase: ‘el próximo lunes me pongo a dieta’? Incontables, ¿verdad? ¿Y cuántas de esas dietas han prosperado? Sin comentarios.... el caso es q los mazapanes, turrones, polvorones y dulces varios, típicos de estas fechas, se han instalado sin piedad en mis caderas, no, no vale engañarse, los vaqueros no han encogido...Lo malo no es proponerse empezar un régimen el lunes. Lo malo es que éste no sobreviva al miércoles. Yo ya estoy a dieta... no sé, estoy animada...en fin, veremos lo q me dura...
Decisiones aplazadasParece que nos hemos acostumbrado, quizá por la popularización de la venta a plazos, a relegar lo que intuimos que vaya a acarrearnos algún sufrimiento.
De pequeños nos decían aquello de ‘no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’. Pero actualmente esta máxima ha dejado paso a la cultura de ‘disfrute hoy y pague mañana’. Lo que trasladado al tema que nos ocupa, podría traducirse así: ‘comamos y bebamos, que ya a partir del lunes nos pondremos serios y tomaremos medidas drásticas’.
Y donde digo ‘el lunes’, podría escribir ‘a la vuelta del verano’, ‘después de la Navidad’, o ‘cuando pase mi cumpleaños’. Las excusas que nos ponemos son, como las justificaciones para tratar de engañar a hacienda, infinitas.
Peligros del aplazamiento El primer peligro que conllevan estos pensamientos, es lo que yo denominaría ‘teoría de la fecha fatal’. Si se pospone la dieta hasta un momento determinado, es porque a la fecha o periodo elegido se le supone un exceso alimentario inevitable (las vacaciones, el turrón o, simplemente, el fin de semana). Al plantear así las cosas, estamos reforzando la idea del exceso asociado a ese periodo.
La segunda teoría de riesgo, es la ‘teoría de la despedida’. Esta consiste en que al haber puesto una fecha fija y futura, es fácil que caigamos en conductas del tipo ‘ya que me voy a poner a régimen tal día, hasta entonces, de despedida, a atiborrarse’. Y lo ideal, evidentemente, no es comenzar el régimen en las peores condiciones posibles.
La tercera, es la ‘teoría de la fecha siguiente’. Al vincular el régimen con una fecha más o menos relevante, resulta sencillo caer en la tentación de abandonar la recién iniciada dieta, con la excusa de volver a retomarla en el siguiente día señalado. Siendo el ejemplo más claro, ‘el próximo lunes’.
La última, y acaso más peligrosa, es la ‘teoría del yo no tengo fuerza de voluntad’. Como resultado de los sucesivos comienzos y abandonos dietéticos, uno acaba por decirse a sí mismo que no tiene voluntad y es incapaz de conseguir lo que se propone. Y así, el problema del peso, termina por generalizarse y convertirse en un problema de seguridad y confianza en uno mismo, que afecta a todos los órdenes de la vida.
Cómo superar la semanaEmpieza la dieta el lunes, o el día que más le apetezca, pero no lo hagas pensando que lo que llega es el fin del mundo. Pésate una vez –y sólo una vez- a la semana, siempre el mismo día y siempre en el mismo peso. El aliciente de ver cuánto ha perdido al llegar el día elegido para pesarse, le ayudará a aguantar hasta entonces. Subirse a la báscula más a menudo no tiene ningún sentido y no adelgaza. Las pequeñas variaciones del día a día no son significativas, pero pesarse a diario hará que esté demasiado obsesionado con la dieta y sufra más.
Un buen día para pesarse es el viernes. Hace que mantengamos el ritmo durante la semana, y nos permite un pequeño respiro para el fin de semana.
Ains!... por último, nosotras estamos monisimas con nuestros kilitos de más y aquin no le guste q no mire... si decides hacer dieta, que sea por ti!!!... teneis algún truquito para bajar esos kilillos de más... el de comer menos ya me lo sé!!! .... os habeis propuesto ir al gimnasio, comer menos, abandonar el chandal ...
