No, Canela; el poeta a quien Bardem dio vida en la película es Reinaldo Arenas (Cuba, 1943-1990), no Raul Rivero quien, a pesar de todo lo sufrido, aún vive aquí en España.
Reinaldo se sumó a la Revolución cubana, pero a raiz de de que su libro “El mundo alucinante” fuera prohibido por contrarrevolucionario, tuvo que esconder sus manuscritos. También fue perseguido, como el poeta Severo Sarduy, por homosexual.
En 1980 consiguió huir de Cuba. Estuvo diez años por diversos paises (entre ellos España en donde ha publicado en la Editorial Tusquets).
Reinaldo se suicidó el 7 de diciembre de 1990.
Transcribo aquí dos cosas de Reinaldo. Un soneto y un testimonio. Creo que son los dos bastante elocuentes. Creo que el personaje merece ser conocido.
Sonetos desde el infierno
Todo lo que pudo ser, aunque haya sido,
jamás ha sido como fue soñado.
El dios de la miseria se ha encargado
de darle a la realidad otro sentido.
Otro sentido, nunca presentido,
cubre hasta el deseo realizado,
de modo que el placer aún disfrutado
jamás podrá igualar al inventado.
Cuando tus sueños se hayan realizado
(difícil, muy difícil cometido)
no habrá la sensación de haber triunfado,
más bien queda en el cerebro fatigado
la oscura intuición de haber vivido
bajo perenne estafa sometido.
Este es el desgarrador testimonio que recoge el último escrito de Reinaldo Arenas, la carta que escribió anunciando su suicidio.
"Les dejo como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que Cuba pronto será libre. (...) Sólo hay un responsable [de mi muerte]: Fidel Castro. (...) Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la isla los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza. Cuba será libre. Yo ya lo soy".
Creo que no hacen falta más comentarios.
