OLGA PEREDA
MADRID
La semana pasada, 98 personas no regresaron a sus casas. Fallecieron en alguno de los 80 siniestros mortales contabilizados por la Dirección General de Tráfico (DGT) desde el día 2 de diciembre hasta el pasado lunes. Sus muertes se podían haber evitado. ¿Cómo? Aplicando las normas de circulación.
Bastan dos datos. Según la DGT, uno de cada tres fallecidos, tanto conductores como pasajeros, no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Además, el 42% de los coches accidentados llevaba una velocidad inadecuada.El subdirector de circulación de la DGT, Federico Fernández, calificó de "drama nacional" la estadística de siniestralidad del macropuente de la Constitución y la Inmaculada. En declaraciones a la agencia Efe, Fernández destacó que la "velocidad adecuada" puede ser "bastante inferior" a la máxima permitida. Y puso como ejemplo el accidente ocurrido en la A-6 en A Coruña el pasado sábado. A pesar de que había niebla intensa, se registraron dos colisiones múltiples en las que se vieron implicados 34 vehículos. Fallecieron 3 personas y 14 sufrieron heridas.
80 PERSONAS HERIDAS
Además de los 98 muertos contabilizados en el conjunto de España desde las tres de la tarde del viernes 2 de diciembre hasta la medianoche del domingo 11, otras 38 personas resultaron heridas graves y 42, leves. El año pasado, 55 personas murieron en carretera a lo largo del puente, que duró sólo seis días y no diez. Por eso, la DGT facilitó ayer una estadística en la que comparó periodos iguales: los 10 días comprendidos entre el 2 de diciembre y el 11. En el 2004 hubo 90 muertos frente a los 98 del 2005.
Catalunya es, junto a Castilla y León y Galicia, la comunidad con más fallecidos: 12. Muy distinta resulta la estadística de Navarra, que no registró ningún fallecido. Mientras, en Euskadi, Murcia, Asturias y Castilla-La Mancha sólo se contabilizaron dos víctimas mortales en cada autonomía.
A pesar de todas las campañas, las estadísticas demuestran que los conductores están todavía lejos de aplicar a rajatabla las normas de circulación. Es evidente que los mensajes no calan. El pasado verano, una cuarta parte de los fallecidos no llevaba puesto el cinturón de seguridad, un elemento de seguridad obligatorio tanto en asientos delanteros como en los traseros. No llevarlo acarrea una multa de 190 euros. Cuando el futuro carnet sea una realidad, a la sanción económica se le sumará la pérdida de dos puntos.
El coordinador de Seguridad Vial del RACE, Antonio Lucas, insistió en que los 98 fallecidos del macropuente "no pueden ser una cifra más".
"Hay 98 familias que están rotas. Y así, cada semana. Es un drama evitable", dijo. Lucas aseguró que los organismos que trabajan en seguridad vial "investigan e informan cada vez más" al automovilista. Sin embargo, cualquier trabajo es estéril si el usuario no pone nada de su parte. "Los conductores deben saber que no vale la pena pisar el acelerador para llegar media hora antes. Todos saben qué hay que hacer, otra cosa es si quieren hacerlo", subrayó. Según Lucas, es "vital" que ayuntamientos y comunidades autónomas hagan campañas de concienciación para complementar las de la DGT.
EVITAR EL ALARMISMO
Mientras, el secretario ejecutivo de la Fundación RACC, Alfons Perona, pidió a las autoridades que se alejen de los alarmismos y las instó a realizar un balance de siniestralidad cuando finalice el año. Con toda probabilidad, el 2005 acabará con datos menos dramáticos que los del 2004. Y eso que el año pasado, con 3.516 fallecidos, registró la menor mortalidad en los últimos 25 años.
"Es necesario que los conductores prudentes dejen de reír ciertas gracias a los imprudentes. Además, hace falta que las administraciones inviertan más en control y en formación", concluyó Perona.
A pesar de las campañas de tránsito. A pesar de mejores carreteras. A pesar de automóviles líderes en sistemas de seguridad. A pesar de los pesares, los coches son la desgracia para un número incontable de familias. 
Leído lo escrito, ¿que más se puede hacer?