Estoy ante la majestuosidad de la nada discutiendo contra mis propias palabras,
en esta tristeza de mi soledad, infinítamente pesada, amargando mi casa, llorando tu ausencia en estos días, quizá sea absurdo mi deseo y, entre tanta incomprensión, mis ojos solo se nublan en el fondo que guardan las cosas que no se pueden decir, las cosas que solo se pueden sentir.
Y si pudiese romper las barreras para llegar a tí, ahora que tanto me haces falta y siento que te pierdo, aunque mi mente me aconseja frialdad.
Ayer quise decirte que te amaba, mis ganas lo gritaban, mis ansias lo deseaban pero algo me detuvo y no supe por qué; escuché en cada latido del corazón una canción y no tengo a nadie a quien decírselo hoy, porque tu presencia solo está en mi recuerdo y el azúcar de tus labios en mis pensamientos.
Pero te extraño y aunque te parezca extraño cada vez son más fuertes mis sensaciones.
Ahora tengo miedo de amarte como me nace, y no sé como explicarte; pero no quiero perderte si es que en algún momento te tuve de verdad, ahora sé que te quiero especialmente para mí y que al vivir sin tí todo me cuesta más trabajo, porque no tengo quién merezca mis labios mas que tu, ni mis caricias, ni siquiera mis palabras sinceras.
Te alejé de mí para que me valoraras, y en mi desgracia terminé amándote más, sin saber de lo que yo te pueda despertar.
Ya se acabaron de mi canasta las manzanas para explicarte mi manera de demostrarte la pasión del amor al que yo me entrego, quizá esté de más repetirlo otra vez, pero de alguna forma lo tienes que entender, porque no hay nadie que ocupe tu lugar en el papel que a tí te quiero dar.
Sufro más que un dolor angustiado y tengo más miedo que un ratón asustado, te confieso que este pánico me hace llorar.
Necesito saber si me amas aún más, y esta vez sobran las palabras, porque quiero que me hables con el corazón y que en tus ojos haya pasión.
Si esta petición llegase a parecerte demasiado, perdóname por dártelo todo si me he equivocado...

"Gitanita"