Madre, dulce palabra que a diario pronuncio;
que me llena de Amor cada día,
y guardo en mí como un tesoro precioso.
Madre, lucero que iluminas mi camino,
que me dá seguridad y confianza
para vencer los obstáculos de la vida.
Madre, tibias manos que me dán cariño,
que alivian mis penas y dolores,
y me cobijan cuando el miedo me embarga.
Le pido a Dios que te dé vida,
porque sin tí no sé lo que haría.
DEDICADO A LO MÁS GRANDE: LAS MADRES.
