Mañana, mañana clara:
¡ Si fuese yo quién te amara !
Paso a paso en tu ribera,
Yo seré quien más te quiera.
Hacia toda tu hermosura
Mi palabra se apresura.
Henos sobre nuestra senda.
Déjame que yo te entienda.
¡ Hermosura delicada
Junto al filo de la nada !
Huele a mundo verdadero
La flor azul del romero.
¿ De tal lejanía es dueña
La malva sobre la peña ?
Vibra sin cesar el grillo,
A su paciencia me humillo.
¡ Cuánto gozo a la flor deja
Preciosamente la abeja !
Y se zambulle, se obstina
La abeja. ¡ Calor de mina !
El grillo ahora acelera
Su canto. ¿ Más primavera ?
Se pierde quien se lo pierde.
¡ Qué mío el campo tan verde !
Cielo insondable a la vista:
Amor es quien te conquista.
¿ No merezco tal mañana ?
Mi corazón se la gana.
Claridad, potencia suma:
Mi alma en tí se consuma.
