En su autobiografía, "La historia de mi vida", Helen Keller dice como, siendo una joven sorda y ciega, aprendió de Anne Sullivan el significado del Amor.
"Recuerdo la mañana que por primera vez pregunté el significado de la palabra amor, esto fue antes de que supiera muchas palabras. Encontré algunas violetas en el jardín y las llevé a mi maestra, ella intentó besarme, pero en esa época, no me gustaba que nadie me besara, excepto mi madre, la señorita Sullivan me abrazó suavemente y deletreó en mi mano: "Amo a Helen".
_¿Qué es amor?_ pregunté:
Me acercó a ella y dijo:_ Está aquí_ apuntando hacia mi corazón, sus palabras me cuestionaron mucho tiempo, porque en ese entonces, no entendía nada, a menos que lo tocara.
Olí las violetas en sus manos y le pregunté, la mitad en palabras la mitad en señas:
_ ¿El amor es la dulzura de las flores?
_No, dijo mi maestra.
Otra vez, cuando el sol cálido brillaba, sobre nosotras, pregunté:
_¿No es esto el Amor?_ apuntando hacia la dirección de donde provenía el calor....
Uno o dos días después, una nube había estado, debajo del sol todo el día y hubo gotas de lluvia; pero de pronto el sol salió en todo su esplendor sureño. Otra vez pregunté a mi maestra:
_¿No es esto amor?
_El amor, es algo como las nubes que estaban en el cielo mucho antes de que el sol saliera_ respondió
Entonces, en palabras más simples que éstas, las que en aquél momento no pude haber entendido, explicó:
_No puedes tocar las nubes, sabes, pero puedes sentir la lluvia y saber qué contentas se ponen las flores y la sedienta tierra después de un día caluroso. Tampoco puedes tocar el amor; pero sientes la dulzura que se derrama en todo. Sin amor no serías felíz ni querrías jugar.
La hermosa verdad explotó en mi mente.... sentí que el amor eran líneas invisibles que se extienden entre mi espíritu y el espíritu de los demás.
El amor es suave, sincero, piadoso, agradable, gentíl, fuerte, paciente, FIEL, prudente, sufrido, y nunca busca lo suyo; porque donde hay un hombre que busca lo propio, ¡Ahí no hay amor!.