Raskolnikof
PeterPaulistic@
   
Karma : 732
Sexo: 
Mensajes: 3.272
|
 |
« : 26 de Octubre 2005, 20:17:52 » |
|
Una vela por ser afortunado, haber contemplado las estrellas en soledad, en silencio, en campo abierto.
Una vela por haber bañado mis pies en mares tan distintos. Por pisar las arenas de muchas playas, por las veces que corrí descalzo y libre.
Una vela para la chica, que dormida, la besé y ella nunca lo supo. Y yo no supe más de ella
Una vela para mi Madre, a la que nunca dije cuanto la quería, a la que no mimé cuando fue necesario, a la que ya no puedo decir cuanto la extraño.
Una vela para mis cicatrices, la de la mano izquierda, la de la ceja derecha, la del abdomen, la del corazón.
Una vela para el perro que alimenté, que agitaba el rabo solo verme, que un día un coche segó su vida y que no conocí su nombre.
Una vela para Judith, y unos zapatos de charol que me hicieron compañía. Para una infancia que ya no volverá.
Una vela para mi primer amor, el que me dio la calma, el que me dio una hija, el que me dio la vida.
Una vela por mis palabras, las que lastimaron, las que alabaron, las de lagrimas y de carcajadas, las que me hicieron humano.
Una vela para quien compartió tristezas, para quien lloró conmigo, para quien me hizo reír. Una vela para la amistad.
Una vela para lo que escribí, lo bueno y lo malo, para el deseo de ser auténtico.
Una vela para la fe en el hombre, para reparar renglones torcidos, para impulsar la esperanza, para un mundo mejor.
Una vela para los prisioneros de la codicia, para los chicos que mueren, para las madres que lloran.
Una vela para mi segundo gran amor, por entregarme su sonrisa, por regalarme ilusión, por sus mensajes cifrados, por sus lagrimas saladas, por un baño imaginario, por unos besos robados.
Una vela por quien me dio de beber, por quien me abrigó cuando tenía frío, por quien cuidó mi existencia.
Una vela por quien se fue de repente, para quien no pudo decir adiós, para el regreso esperado, para volver a verte.
Una vela para las manos, las que me acariciaron, las que me arañaron, las que me dejaron surcos.
Una vela por cuando estuve ebrio, por las veces que me desnudé, por lo mucho que escuché, por lo poco que conté.
Una vela por cuando estuve sobrio, por arrepentirme de no haberlo dicho, por maldecir el silencio.
Un vela para sábanas de satén, por momentos de pasión, por el sudor, por los cuerpos que se estrechan, para que nunca se olviden.
Una vela por las nanas, las que te hacen cerrar los ojos y te transforman en adulto.
Una vela por una joven, por sus nueve años, por la lucha de veintidós más por delante, por haber entregado todo.
Una vela por todo lo sucio, por lo que nubla la conciencia, por el agua que lo purifica.
Una vela por los gemidos del amor, los que golpean los oídos, los que humedecen el cuello, los que se anidan en la memoria.
Una vela al último ángel de mi universo, por mostrarme el brillo de sus ojos, sus pestañas, sus sonrojadas mejillas, la frescura de su boca, su pasión, su deseo, mi deseo.
Una vela por quien está en un túnel, una vela que le alumbre y marque el camino, una vela que le salve.
Una vela por los Océanos de Silencio, allí donde reina la paz, donde el silencio te envuelve, donde todo es eterno.
Una vela por las rosas muertas, las que nunca se regaron, las que marchitaron a destiempo.
Una vela para el Azahar, para el Geranio para el Girasol, para la Aceituna y el Trigo, para la cintura de quien lo cortó, para mi Andalucía.
Una vela para la pizarra, para el pupitre abandonado, para el olor a tiza para quien se obstinó en enseñar.
Una vela para quien vaga por las calles, para quien carga con sus penas, para quien lava sus ropas, para quien le abandonó.
Una vela para quien vende humo, para que el viento arrastre su miserable discurso.
Una vela para el lápiz que soporto mi tosca escritura. Para el papel que sufrió el tormento de mis frases.
Una vela para quien nadie le recuerda, por lo poco que se valoró, por su ingrato paso por la vida.
Una vela por el gorrión que comió en mi mano, por el gallo que siempre me despertaba, por la alondra que me cantó, por el halcón que me enseñó a volar.
Una vela a quien dando todo, por no importarle nada dio hasta su propia vida.
Una vela para los amantes, los que se besan en un rincón, los que se acarician sin hablar, los que hacen el amor hablando.
Una vela para la fragancia de la mujer, por que de ella depende el mundo, por su pecho que alimenta.
Una vela por Nueva Orleáns, por Irak, por el Sahara, por Somalia, por Argentina, por Haití, por todos los que no cité. Para todos una vela.
Una vela para todas y todos vosotros, para que se cumplan vuestros sueños, ¿No queréis apagarla? 
Una vela, para mí, Cuarenta y una velas, cuarenta y un años, Cuarenta y un mil viajes, cuarenta y un mil amores, Cuarenta y tantos sentimientos, cuarenta y un deseos, Cuarenta y un corazones, cuarenta y un orgasmos, Cuarenta y un mil perdones por tanta vela, Cuarenta y un mil kilos de cera desperdiciada, Cuarenta y una velas, cuarenta y un años, Grabados en la piel, agradecidos, afortunados.(Juanfran-Rask 26/10/05)
|