Cada beso tiene su momento...
Ahora bien, si atendemos a los besos que dos mujeres se dan, podremos apreciar que tienen cierta tendencia a la predominancia de la tuerquilla mientras van calentando motores.
Cuando la temperatura alcanza el grado de ebullición puede notarse un relevante cambio a tornillazos de lo más profundo, generalmente acompañados de suspiros premonitorios de los primeros pasos de uno de los muchos, intensos y repetidos orgasmos que van a tener.
Se aprende mucho de verlas. Sólo hay que tener paciencia para retener nuestros impulsos depredadores y tratarlas con la suavidad que sólo las chicas saben aplicar a esos momentos... Hasta que sueltan las riendas y todo se convierte en pasión y desenfreno.
Es decir, en principio deberíamos aplicar una predominancia en proporción 2 a 1 para la tuerquilla frente al tornillo.
