Miro tu cuerpo, delicado,
Maltratado por el tiempo.
La imagen bella de una figura
Que el dolor quiere enturbiar.
Un corazón lleno de heridas
Al que tantas primaveras lastimaron.
Yo seré el algodón, la gasa estéril,
Que limpie tus llagas,
Que cure las heridas que sangran.
Buscaré en Astros lejanos
Misteriosas formulas Magistrales
Que ofrezcan un ápice de alivio
Ante el dolor inmisericorde.
Mimaré tu cuerpo tullido
Como una Madre cuida su tesoro.
Te ungiré de miles de aceites
De lugares lejanos de Oriente
Que darán nueva vida a tu piel
Y calmarán tu alma.
Mis oídos serán
El refugio de tus lamentos,
Desplazando a una almohada
Hastiada de lágrimas y penas.
Mis manos serán la fuerza,
El refugio de cinco pequeños apéndices
Que tantas manos buscaron
Y sólo encontraron Desierto.
Y así, tu minúscula existencia
Volverá a ser un gigante en la montaña,
El cerro al que ascender
Junto al alma del mejor AMIGO.
(Rask – 31/07/05)
