Zumbón
Travieso Abejorro
PeterPaulistic@
   
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« : 24 de Junio 2005, 16:26:27 » |
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................... en panocho, claro, creo que merece la pena leerlo.
Del Romancero Panocho de Velasco.
Por curpa d'un dequivoco pudo haber una trigedia. Hogaño, en nuestro partío, según las presonas cuentan, pos resurta qu'el tío Blas, El Zamarrero, sin juerzas y con tan poca salú que ya las patas le tiemblan, no pue ni echarse un caliche poique al manejar la pieza se le quea tan corta c'al sitio marcao no allega. Da pena esfisarlo andar cuando pasa por la senda con su cara d'esmayao que cuasi se trasparenta.
Estando bajo la parra platicando en un siesta con el zagal del Cerriche, qu'está abarrotao de cencia, pos merca tos los papeles pa saber lo que s'inventa y conocer los alantos úrtimos en el praneta. Pasmao ascuchó el tío Blas una noticia mu güena, facilitá en dos menutos y que tanto l'interesa. Resurta, qu'en una frábica de mecinas uropea inventaron hace poco una que llaman jalea, que la sacan d'encomedio de las mejores cormenas, y tomándola en ayunas con una buchara llena, te pones igual c'un cherro, pos tiés pa to muncha juerza.
Na más saberlo el dío Blas, montó en su burra "Pereta" y salió como un cobete a mercar la cecina esa en la framacia Vidrieros ande tié abierta una cuenta, pos le fían cuanto quiere y alluego paga en la sea.
Cuando gorvió a su barraca, no dijo na a la tía Andrea, pos quería con sus mañas darle una güena solpresa. Astruto y lleno de gozo, junto al culo de l'artesa guardó el tarriquio que trujo pa esimular su faena. Y'a eso de la madrugá s'abajó del catre a tientas y sin chispiquia de remor buscó aquello qu'escondiera pa tomarse una buchara y dar impruso a sus juerzas.
¡Leñe, qué cosa más mala!, amarga como la tuera. Y baja por el guajerro como fuego hecho gacheta. Pero en fin, golverse juerte pronto, merece la pena, y pa no tardar ya muncho otra buchara se llena que se la traga en un tris pa no notarla siquiera.
Al ratiquio, ¡maere mía!, lo mesmo c'una cardera regullen en el estógamo tos lo mejunjes que lleva, y le dan retortijones como si a morirse juera. Se l'aflojaron los niervos tuvió qu'ir de carrera a estercolar un bancal sin hacer naica de juerzas, pos se vació to enteriquio d'algo asín como gacheta que golía a perros muertos, y dejó aboná la tierra pa poer en unos años tener sus güenas cosechas.
Llamaron al tío Barbero, cerujano de la güerta, quien descubrió un dequivoco que motigó la trijedia. Resurta qu'el Zamarrero lo que tomó de l'artesa jué un meneno pa las ratas mercao por la tía Andrea.
Cuanti lo supo el tío Blas, enritao por la faena a su mujer presiguió con la azá, como una fiera, a pique de quearse viudo di el astil no se le quiebra, poique lárreaba estacazos como si juera una estera.
Y lo bonico del caso, es que tiró la jalea en comeido del corral su mujer, y con la lengua l'arrecogió toa "Surtán", perro viejo ya sin juerzas que se queaba tuico el tiempo adormilao en la pejera. Y'abora está sin parar encerrichao en su faena, pos se pasa el día entero presiguiendo a toas las perras, que no las deja tranquilas ni siquá el taro la siesta.
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