Tú que marchas bajo el sol
sin dejar atrás cadenas,
que te ríes de las penas y el dolor,
tú que duermes junto al mar
y eres libre, cual las aves,
y todo, alegre, sabes soportar:
Lo importante es la Rosa, créeme.
Tú que sueñas nada más
con la gloria y el dinero
y eres sólo prisionero de su afán,
tú que ves en el placer
el mejor de tus amigos,
piensa un poco lo que digo, por tu bien:
Lo importante es la Rosa, créeme.
Tú que ves amanecer
en un mundo de pasiones,
donde ya no hay ilusiones ni hay fe.
Tú que nunca has de tener
lo que el rico no valora,
tú que sufres, tú que lloras, óyeme:
Lo importante es la Rosa, créeme.
Tú que escuchas mi canción
y sonríes con desprecio,
como si yo fuera un necio charlatán,
no te burles, ya verás,
cuando acabe tu camino,
al final, también, conmigo cantarás:
Lo importante es la Rosa.
Lo importante es la Rosa.
Lo importante es la Rosa.
Créeme.
(Gilbert Becaud)
Lo importante es tu sonrisa.
