
No sé si eres un barco viajero.
No sé si vas o vienes.
No sé cuanto te quedarás.
Tampoco sé si esta vez, me amarás.
Mas linda y bella que nunca, más tierna que siempre.
El alma sencible, igual que tu corazón.
Y amigo de las caricias de tus tiernas manos,
mientras ansío estar contigo de nuevo.
Tal vez no seas la mujer perfecta,
ansiada por cuaquier hombre.
Pero cualquier hombre, no soy.
Y puede que te acerques,
más a la DIVINIDAD
que a la perfección.
