CORAZON
Amigo mío,
Compañero de un sinfín de viajes
Por ese mundo que tu, eterno consejero,
Tanto y tan bien conoces.
Hoy te requiero una vez más
Para que emprendas una nueva misión,
Y para que la realices tan bien como siempre,
Con tu sutileza habitual,
Con tu franqueza que a veces lastima,
Con tu brusca aceleración del latido,
Para dar consejo al que sufre.
Si, se repite,
Una vez más te ruego que no me abandones
En esta aventura que tantas veces hemos emprendido juntos,
Que hemos batallado, que hemos sufrido en soledad.
Porque, amigo, tan lastimado como yo,
Se, que al final, tu eres el que más sufre,
El que hace el trabajo sucio, el más duro,
Y casi nunca obtienes la recompensa merecida.
Porque, ¿Quién está enamorado?
¿Tú o yo? ¿O acaso los dos?
Cuantos años juntos, ¿verdad?
¡Y aún nos conocemos tan poco….!
Te creías curtido en mil batallas,
Y sin embargo, ahora estás sintiendo
El latido de un recién nacido,
Recién nacido para un nuevo amor.
Pero no sufras, amigo mío,
No estarás solo en este camino,
En este hermoso y misterioso viaje
Que rechazas no emprender.
Yo te daré calor, compañía,
La ternura infinita de un buen amigo,
Porque, mi viejo y querido corazón,
Tú, el consejero,…Yo, el viajero,….
Tu y yo, los dos, estamos en el mismo barco,
Los dos estamos locamente enamorados.
(J.F. Alonso)
