Tiko regresa a la convocatoria tras cumplir un partido de sanción 
El Athletic apelará a su solvencia en San Mamés para derrotar al Austria de Viena y alcanzar los octavos de final de la UEFA, una ronda en la que, en caso en caso de eliminar al equipo centroeuropeo, se encontraría con el Real Zaragoza.
El empate a cero del pasado jueves en el Ernst Happel vienés es un resultado "bueno, pero peligroso", según Ernesto Valverde, que obliga al equipo rojiblanco a lograr la victoria ante un rival del que se espera que, como hizo en su campo, ceda el control del juego a los locales para intentar explotar sus opciones al contragolpe.
No obstante, los antecedentes europeos del Athletic esta temporada en "La Catedral" invitan al optimismo y es que el conjunto rojiblanco no sólo ha ganado sus tres compromisos en Bilbao ante Trabzonspor (2-0), Parma (2-0) y Steaua de Bucarest (1-0) sino que lo ha hecho sin encajar ni un solo gol.
Para conseguir su objetivo, Valverde ha confeccionado una convocatoria de 18 jugadores en la que la principal novedad es el regreso de Roberto Martínez, "Tiko", que no pudo jugar en el Prater por sanción y que probablemente tenga un hueco en el once inicial para formar pareja con Orbaiz en el doble pivote.
Ese equipo titular registrará además otras variantes respecto al que jugó el jueves derivadas del cambio de dibujo táctico del 4-4-2 al 4-2-3-1 que habitualmente utiliza Valverde en San Mamés.
Así, Murillo volverá probablemente al centro de la defensa, con Iraola y Del Horno -suplente en Viena- en los laterales, mientras que en ataque Urzaiz será de nuevo la referencia ofensiva por delante de la línea de tres medias puntas que formarán Etxeberria, Yeste y Ezquerro.
Además del once probable, completan la convocatoria Aranzubia, Lacruz, Casas, Gurpegui, Solabarrieta, Guerrero y Llorente. Han quedado fuera Karanka, Bordas -ambos suplentes en Viena-, Felipe, Vales, Javi González, Jonan, Arriaga y César.
Dudas Yeste y Etxebe
«No hay nada ganado todavía» El vestuario rojiblanco huye de la confianza la víspera de jugarse su futuro europeo ante un Austria que llega a Bilbao convencido de que «vamos a tener una oportunidad» Empatar a cero es un resultado engañoso. Y el Athletic, consciente de lo mucho que se juega mañana, no quiere confianzas ante el Austria Viena. Por eso el vestuario rojiblanco agradece la rapidez de la eliminatoria, sin apenas descanso entre un partido y otro. Es, sin duda, la mejor forma de mantenerse alerta. «No hay nada ganado todavía», lanzaron ayer desde la caseta del primer equipo.
El ambiente de euforia que se ha creado en el entorno rojiblanco contrasta con la imparcialidad de los jugadores. En Lezama, todos miden sus palabras. «La eliminatoria está al 50%», reiteró Mari Lacruz. No es un jarro de agua fría para la ilusión de los aficionados, pero sí un punto de partida. «Nosotros queremos estar en la siguiente ronda, eso está claro, pero el Austria es un buen equipo que si está en esta ronda es por algo», agregó.
Lo que quiere transmitir el equipo es que el choque de mañana tiene un alto grado de complejidad. «Con este resultado no podemos jugar. La eliminatoria está en el aire, aunque es verdad que actuar en nuestro campo es un claro punto a nuestro favor», expresó Iñaki Lafuente, que repetirá titularidad mañana ante el rival austriaco. «Un gol suyo en San Mamés nos complicaría bastante», agregó Lacruz.
La historia UEFA está cargada de sorpresas -la más reciente la eliminación del vigente campeón Valencia- y los rojiblancos entienden que conceder un respeto máximo al rival es poner la primera piedra hacia un futuro éxito. «Si nos creemos superiores vamos por el mal camino. Ahora no creo que haya nadie pensando en que la siguiente ronda es contra el Zaragoza. Si lo hacemos estaríamos haciendo muy mal», matizó Lacruz.
No obstante, el equipo hace votos por evitar que sus palabras se traduzcan en pesimismo. «Si ganamos pasamos. Esa es nuestra mentalidad. Jugamos en nuestro campo y frente a nuestros aficionados, que son los que nos tienen que llevar en volandas hacia los octavos de final», espetó Lafuente.
El portero, pese a todo, reniega de un ataque a la desesperada. «Ahora tenemos una buena oportunidad para demostrar la madurez de este equipo. Hay que saber interpretar el partido porque ellos van a jugar arropaditos atrás con la intención de hacernos daño al contragolpe», señaló.
Lacruz, que el jueves disfrutó de sus primeros minutos UEFA de la temporada después de superar una grave lesión de rodilla, mantuvo el tono de su compañero, y recordó que «en San Mamés somos un equipo fuerte y queremos seguir siéndolo. Todos estamos deseando vivir ese ambiente».
El Austria, orgullosoEl estado de euforia que no ha terminado de calar en Bilbao sí se ha hecho un hueco en la expedición del Austria Viena, que llega hoy a Bilbao con 21 jugadores «porque todos han colaborado al éxito y es importante que estemos todos juntos».
Lars Sondergaard, entrenador de los vieneses, destacó que el cambio de escenario -del helado Prater al césped de San Mamés- «también nos vendrá bien a nosotros, que estamos a gusto con el calor» y enfatizó que «el empate sin goles de la ida es un resultado deseado por todos nosotros. Tenemos una puerta abierta para entrar en la siguiente ronda y no la queremos aprovechar. Vamos a intentar de llegar lejos junto a nuestros aficionados porque queremos ser uno de los buenos equipos en Europa».
El Austria, que no ha encajado nunca más de dos goles esta temporada en el torneo continental, recela de su condición de víctima. «¿Por qué no podemos realizar un ataque de húsares en San Mamés?», bromeó Gunter Kronsteiner estableciendo un paralelismo entre el partido de mañana y un lucha a bayoneta en el campo de batalla.
Fuente ..Canal Athletic