Aprendiz
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Nunca se termina de aprender
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« : 25 de Enero 2005, 12:25:02 » |
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Bueno, he dejado a los dedos arrastrarse sobre el teclado y me ha salido esto que pongo a continuación.
Es una extraña mezcal de todo, pero creo que este debe ser su lugar.
Me encantan los físicos y los chamanes porque ambos son capaces de hacernos creer que entendemos las cosas más inexplicables, unos con su “ciencia”, los otros con su “fe”.
Hete aquí que existe un universo (parece que en expansión) formado por millones de galaxias y trillones de estrellas, un universo que avanza hacia el infinito (¡!) ganándole terreno a “la nada” (¡!)
Un universo que, supongo, no estará solo. ¿porqué no pensar que hay otros cuantos millones de Universos?
Un universo sumergido en un tiempo cuyas dimensiones también se antojan infinitas. Miles de millones de años hacia delante y hacia atrás.
Para no volverse loco es necesario centrarse en algo más tangible, digamos que en el espacio nos centraremos en “el aquí” y en el tiempo, “el ahora”
Y aquí y ahora estoy yo, Una micropartícula cósmica perdida en el tiempo y el espacio.
En medio de esas inconcebibles inmensidades mi complejidad no deja de asombrarme. ¿qué representa este cuerpo, esta mente, ¿este alma?? ¿de dónde surgen? ¿cómo fueron diseñados? ¿porqué funcionan? ¿porqué funcionan así?
Y, en mi minúscula y milagrosa insignificancia, sin embargo, soy el centro del mundo y este pierde su dimensión frente a mi circunstancia y mi yo. ¿qué me importa ese universo a mí, aquí y ahora?
Y para terminar de complicarlo, ese “yo” no sólo vive, sino que siente y se relaciona, se alegra y sufre, pide y dá, ama y... a veces, odia.
Y existen los poetas.
Los poetas son cosa diferente ya que simplemente nos embarcan en su poesía hacia mundos de fantasía, sueños o pesadillas.
Y gracias a los poetas ese “yo” que vive en ese imposible aquí y ahora, puede navegar al País de la Felicidad, en el que todo es posible, o al de la Pesadilla en el que podemos revolcarnos cuanto quedamos en los más negros presagios y calamidades sin fin.
Encrucijada
Yo, aquí, ahora, enfrentado a la poesía o a la realidad, a la razón o a la locura, a la lógica o a los sueños, al deber o la libertad.
Mi yo, sus yos; yo, ellos y ellas; yo y ella y el futuro y el pasado por delante...
Ella y yo y esos yos y esos ellos...
Y la razón o la locura acechando tras las inexistentes paredes del vacío...
En medio de tan infinito Universo, yo, aquí y ahora, me siento solo y perdido.
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