Esta cronica, hecha por le mundo me parece muchisimo mas acorde a lo sucedido realemtne en el campo:
PIERDE 0-2 CON EL WERDER BREMEN
El Valencia se va de la Champions con amargura
ELMUNDODEPORTE.- En un final de partido dramático ante el Werder Bremen, el Valencia dijo adiós a la Liga de Campeones y tendrá que conformarse con disputar la UEFA. Nelson Valdez consiguió dos goles en los últimos minutos en medio de un ambiente muy tenso con agresiones y trifulcas entre los jugadores, escupitajos y cortes de manga, además del lanzamiento de objetos desde la grada.
Valía el 1-0 pero había que buscarlo con descaro. La primera mitad del Valencia daba a entender que les valía el empate. No, no se suicidó el equipo de Ranieri atacando sin parar antes del descanso. Un tirito de Mista fue lo único ofrecido, además de dos oportunidades que quedaron en nada por la rapidez de Boumann. Suerte tuvo de irse a los vestuarios con la igualada inicial porque Cañizares evitó un gol en un remate elevado de Micoud.
El Werder Bremen jugaba muy cómodo, tanto que se confió y salió muy tranquilo para jugar la segunda mitad. Fue entonces cuando el Valencia dio el primer arreón. En un minuto disfrutó de dos ocasiones, la segunda de Mista clarísima. El delantero pifió un remate de cabeza en el segundo palo con Reinke en el suelo cuando ya muchos cantaban gol. Ante esto, el Werder Bremen reculó y se atrincheró en su campo, olvidando el desparpajo mostrado en los 45 minutos iniciales.
Fue entonces cuando Ranieri decidió jugarse el todo por el todo. Ordenó en el minuto 60 un triple cambio pero, increíblemente, sacó tres atacantes quitando a tres que ya tenía sobre el campo. Lo de Xisco y Mista puede entenderse, pues Corradi y Di Vaio podían hacer su papel, pero dejar fuera a Aimar, el único futbolista con imaginación para abrir la lata germana, no entraba en la cabeza de nadie y, menos que en ninguna, en la del propio Aimar. Su cara al ser sustituido lo decía todo.
Di Vaio se estrella contra el larguero
De todas formas, los cambios insuflaron aire al conjunto valencianista, que tuvo en el siguiente cuarto de hora tres grandes ocasiones de gol. En todas ellas participó Di Vaio. La primera fue un trallazo del italiano que 'sacó astillas' del larguero de la portería de Reinke; en la segunda se iba solo hacia la portería alemana pero el linier levantó el banderín señalando un fuera de juego inexistente, y en la tercera... En la tercera se estorbó Di Vaio con Navarro y ninguno llegó a rematar en condiciones un centro de Vicente, que regresó a un terreno de juego después de más de dos meses lesionado.
Justo un minuto después, en el 80, saltaba al campo el paraguayo Nelson Valdez. Sustituyó al griego Charisteas, la bestia negra de España en la Eurocopa, y pronto se labró una reputación parecida. Un despeje inofensivo de un zaguero alemán se convirtió en un pase de gol porque Navarro se confió pensando que el balón sería de Cañizares sin problemas. No fue así porque Nelson Valdez controló el esférico, regateó al guardameta valencianista y marcó el gol que certificaba el pase a octavos del Werder Bremen ya que parecía imposible que el Valencia marcara tres goles en 8 minutos.
Se abre la caja de los truenos
La celebración del gol desencadenó el principio del fin del partido en términos futbolísticos. Los germanos se pusieron a simular que jugaban al golf con el banderín de córner y los objetos desde la grada no tardaron en llegar. Entonces, algunos jugadores se burlaron del público haciendo gestos de que el partido estaba acabado y eso fue como echar gasolina a una hoguera. Inmediatamente se produjo la primera tángana. Frisk no hizo nada por calmar los ánimos salvo sacar alguna amarilla y al rato todo se complicó. Angulo se ganó la expulsión con una entrada brutal a un rival. Nuevamente los jugadores se enzarzaron y esa vez hubo de todo: empujones, manotazos, agarrones, todo en medio de una lluvia de botellas desde el fondo. Angulo se fue lanzando un escupitajo a un rival que le costará muy caro si la UEFA actúa de oficio usando el vídeo.
No será el único que pueda salir trasquilado si se 'rearbitra' el encuentro. Cuando Nelson Valdez marcó el segundo gol en el minuto 92, Borowski dedicó unos cuantos cortes de manga a la grada, provocando más incidentes. Frisk decidió pitar el final y escapó a la carrera quizá para evitar un posible mecherazo desde la grada como en Roma. Al menos eso debió pensar Ranieri, que se desmarcó con unas declaraciones explosivas al final del partido diciendo que entendía por qué a Frisk le habían "partido" la cabeza en el Olímpico de Roma. Otro que puede esperar una durísima sanción.
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