La contaminación, el intenso tráfico marÃtimo, la pérdida de rumbo y las enfermedades son las principales razones de que, anualmente, entre seiscientos y ochocientos cetáceos sean descubiertos en los arenales de la PenÃnsula.
En un 85% de las ocasiones, los animales –delfines, ballenatos y calderones, en su mayorÃa– ya están muertos cuando son hallados. Para el 15% restante, las posibilidades de ser reintroducidos con vida al mar son escasas. Sin embargo, la estadÃstica de supervivencia ha mejorado considerablemente en la última década con la puesta en marcha en las costas españolas de un servicio de atención veterinaria, que funciona gracias al empeño de diversas ONG y grupos ecologistas.
Con dieciocho centros de coordinación distribuidos por todas las comunidades costeras, estos especialistas en urgencias animales aglutinan a casi medio millar de voluntarios en una tarea que nunca es sencilla, pero que cuenta con el reconocimiento y la autorización de los organismos competentes.
Aunque de pequeña cuantÃa, algunos de los grupos administran su propio presupuesto y se dotan de medios materiales particulares, sobre todo, instrumental y vehÃculos privados. Otros, como sucede en AndalucÃa, reciben un respaldo firme de la Administración autonómica, pudiendo funcionar de una manera más precisa y eficaz.
Quizas y para hacer las cosas mas faciles deberian de tomar ejemplo otras comunidades autonomas, todo iria mejor.
