Los ficheros, casilleros, reglas, botes para los colores, archivadores, sacapuntas y, por supuesto, los miles de lápices que se utilizan en las escuelas tienen algo en común: son, la mayoría de las veces, de madera. Pero, ¿se trata de madera ecológica y respetuosa con los bosques primarios? Para descubrirlo y sensibilizar sobre el tema, Greenpeace propone a las escuelas españolas que se conviertan en centros "amigos" del medio ambiente y se comprometan a poner en marcha prácticas cotidianas y respetuosas con los bosques vírgenes del planeta.
Se trata de sensibilizar a profesores y alumnos y crear "una red de centros educativos que, a través de sus acciones, se conviertan en ejemplos de sostenibilidad de los recursos forestales y en núcleos de participación en la defensa de los últimos bosques primarios", explica Pablo Mascareñas, responsable del proyecto educativo. Las escuelas que deseen participar deben firmar una declaración por la que se comprometen a no comprar productos que procedan de la destrucción de los bosques primarios y animar a educadores y alumnos a ser actores activos de la lucha por la defensa del medio ambiente.
Para facilitar la labor a los colegios, Greenpeace ha editado dos guías de acciones y recursos didácticos en las que ofrece información dirigida al profesorado y actividades y consejos para que los estudiantes se impliquen en la conservación de los bosques primarios. El primer paso, dice la ONG a los alumnos, es saber qué productos de madera se utilizan en la escuela, donde se suelen comprar y si proceden o no de la destrucción de bosques primarios. "Buscad empresas que os den garantías. Sólo cuando la industria note que los consumidores no aceptan ni compran productos de la destrucción de los bosques primarios cambiará su forma de pensar."
En esta línea, Greenpeace propone comprar material escolar y de oficina "reciclado, fabricado con madera de bosques locales o que lleve una ecoetiqueta", utilizar madera reciclada en las pequeñas reparaciones que tengan que realizar los centros y exigir a los fabricantes garantías "de que sus productos están elaborados de forma compatible con los bosques". Tanto estas acciones como las propuestas educativas que propone la organización están adaptadas a los niveles de primaria, secundaria y bachillerato y se dirigen a los colegios públicos y a los privados.
Los bosques primarios son los últimos bosques vírgenes del planeta no explotados industrialmente. En la actualidad, este patrimonio natural da cobijo a las dos terceras partes de los animales y plantas existentes, así como a 150 millones de indígenas. El problema, advierte Greenpeace, es que "el 80% de los bosques primarios ha sido destruido por diversas actividades económicas, especialmente por la industria de la madera" y que, "cada dos segundos, desaparece una extensión de bosque primario equivalente a la superficie de un campo de fútbol".
Para mais información:
http://archivo.greenpeace.org/escuelas/index.htm