Nunca he creido en sortilegios, pero como las hadas haberlas hailas. No sé pero algún duende del destino anda trasteando entre nuestros versos y mensajes, Canela.
Llevo aquí desde principios de este año y de resultas tú ya un año antes existías sin saberlo ambos en esta peculiaridad que es la coincidencia astral del los caminos, que bifurcados se unen sin quererlo a través del tiempo.
Por lo que leo, escribiste este poema cuando ni tú ni yo nos conociamos, es más, cuando ni siquiera sabíamos que ibamos a conocernos, curiosidades, coincidencias, pero recuerdo aquel 18 de Mayo de 2004. Y porqué? porque cumplía años ese día, aciagos días anteriores aquellos en que la derrota empezaba a dar paso al intento de empuje y salir de mi agujero clínico.
Cumpleaños sorpresa y punto y final a una etapa y aquel día me propuse luchar y salir adelante. Hoy ha pasado un año y poco. Mi caracter cambió, mis miedos se esfumaron y hoy la vida me sonrie cada mañana ante el espejo al afeitarme, no sin temor pero si con esperanza, (¿pudiera llegar a pensar que tú ya estabas allí?)
"hace más de un año... y todo sigue igual... aun puedo acompañarte..." Seguramente no sea yo al que destina las frase anterior, seguramente sea un juego mágico de coincidencias, dónde tu esperas la respuesta a tu pregunta, de las palabras del destinatario adecuado, y puede que él no te escuche.... o si lo hace no lo entienda, o que sea un concepto, un deseo imaginario.
Pero no por ello dejo de sorprenderme.

Lo recuerdo... y me alegro de tu decisión amigo. Cuídate.
Canela, precioso.