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Jorge58 (sin comentarios)
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« Respuesta #1 : 7 de Julio 2014, 22:08:37 » |
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(del diario Olé)
Para muchos fue el más grande de la historia, para otros estuvo a la altura de los Maradona, los Pelé, los Cruyff. Para todos fue un mito. Alfredo Di Stéfano murió este lunes en Madrid, a los 88 años, luego de una vida de fútbol y de gambetas, de goles y de gloria. En el medio de un Mundial -qué paradoja- no pudo superar una crisis cardíaca. La Saeta Rubia, como se lo conoció, seguirá siendo por siempre un pedazo de orgullo argentino. Tan distinto ha sido este hombre que salió campeón en River y en Boca. Entre 1943 y 1966 metió 789 goles en 1.090 partidos. Gracias, viejo.
Con sangre de delantero, nació un 4 de julio de 1926. A los 19 años debutó en la Primera de River, en un partido ante Huracán. El Globo fue justamente su segunda estación. Regresó a River, brilló, logró el título de 1947. En tres temporada, marcó 53 goles en 70 partidos. De ahí pasó a Millonarios de Colombia. Luego, al Real Madrid.
Con el Real Madrid jugó 510 partidos y marcó 418 goles. Fue el símbolo de la etapa dorada del club, con cinco Copas de Europa consecutivas (entre 1956 y 1960), una Copa Intercontinental (1960) y ocho títulos de Liga (1953-54, 1954-55, 1956-57, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63 y 1963-64). En ese tiempo recibió dos veces el Balón de Oro. En julio de 2000 fue nombrado presidente de honor del Real. Apenas un pequeño reconocimiento para tanta grandeza.
"La pelota está hecha de cuero, el cuero viene de la vaca, la vaca come pasto, así que hay que echar el balón al pasto", decía Alfredo, con extraña pedagogía futbolera. Al tiempo de dejar los botines se sentó inexorablemente en el banco como DT. Fue campeón en Boca en el Nacional 69. Dos años después dio la vuelta olímpica con el Valencia. En 1981 regresó a River para festejar en el Nacional. "Un 0-0 es como un domingo sin sol", repetía. Y el fútbol sin Di Stéfano es como un sol sin domingo.
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