F1 - GP de Estados Unidos

Sebastian Vettel tendrá una magnífica ocasión para finiquitar la lucha por el Mundial y adjudicarse su tercer título de forma consecutiva. El alemán parte primero, con Fernando Alonso en la octava plaza de la parrilla, obligado a llegar hasta el cuarto puesto para llegar a Brasil con alguna posibilidad.

Fue una dramática calificación para los Ferrari, pero en especial para Alonso, cuyo monoplaza era incapaz de hacer coger temperatura a los neumáticos. Alonso empeoró incluso el tiempo de la mañana en tres décimas, mientras que Massa pudo mejorar esa misma diferencia en la sesión cronometrada definitiva.

Puede ser que Ferrari decidiera un cambio de última hora en el reglaje del coche número 5, que no fue acertado, pues la temperatura en pista no fue excesivamente baja y llegó a alcanzar los 31 grados. La otra posibilidad es que se haya sacrificado el reglaje de calificación por uno más agresivo para la carrera, algo que se verá mañana.

A parte de los coches previstos inicialmente para las primeras posiciones, a Alonso se le colaron los dos Lotus, el Mercedes de Schumacher y el Force India de Hülkenberg, lo que da una idea de la probeza de rendimiento de su coche a una sola vuelta.

Por su parte, Sebastian Vettel estuvo intratable durante toda la sesión, como el resto del fin de semana. Mantuvo a raya a un Hamilton inspirado y conservó una pole que puede ser definitiva para la suerte del campeonato. Su mejor versión a una vuelta apareció de nuevo y mañana tendrá el camino expedito para lograr una buena renta en las primera vueltas para gestioner una diferencia cómoda. El duelo parece casi decidido a la espera de una carrera que se presenta agónica para Fernando Alonso.

En cuanto a HRT, finalmente logró entrar en el 107% del tiempo de cabeza y entrar en la parrilla, pese a la difícil situación que atraviesa la escudería. De La Rosa saldrá 23º y Karthikeyan, 24º.