No sé qué más contarte para convencerte de que la vida es maravillosa. Mira el cielo. Esa nube. Ese pájaro. Escucha el mar. Siente el viento. Acaricia la hierba. Huele la tierra húmeda. Ya sé que es difícil, pero respira un poco más fuerte. Convéncete de que vale la pena. Haz un esfuerzo. Abre los ojos, aprieta los dientes y camina. Olvida todo lo que te paraliza: el frío, el miedo, la desilusión. Tienes mi mano. Tenemos que seguir, como sea, pero levántate de la cama, mamá.
(Microcuento de esos que me gustan a mi, escrito por Hiperbreves y leido en esas interneses de Dios)
Saludos, salud y...
